martes, 28 de diciembre de 2010

LX

-"I didn't choose this life, this life chose me. I don't owe the game, the game owes me. I might know you but you don't know me" Snowgoons - Cold Dayz feat. FT, Lord Willin & Reef The Lost Cauze

-Aquello era un cementerio de viejas glorias. Gente que debería haber muerto a los 23 años.

-La pelea de enamorados en la que él acaba llorando.

-El tío dormido en la parada del autobús con la gorra puesta a las cinco de la mañana.

Saludos

martes, 21 de diciembre de 2010

Desapego (Relato)

Escucha cómo él se acerca por el pasillo. Ella, los ojos cerrados aunque no dormida, lleva un buen rato en la cama, esperándolo. Primero leyendo, hasta que, fruto del cansancio, las letras se juntaban unas con otras hasta hacer indescifrables las palabras. Después, tras apagar la luz, incapaz de conciliar el sueño en una jugarreta de su cabeza.
Él se tumba a su lado intentando hacer el mínimo ruido posible, aunque un profundo suspiro se escapa por su boca. Ella, sintiéndose culpable de una situación que ninguno de los dos ha deseado o causado, no le demuestra que está despierta. En su lugar, como por obligación, como si fuera lo que tiene que hacer, se gira hacia él y, haciéndose la dormida, pone su brazo en torno a él que, rígido y distante a pesar de estar a su lado, lo recibe resignado, como por obligación, como si fuera lo que tiene que hacer.
Llevan meses sin practicar sexo. Ni como rutina está ya en sus vidas. Desapareció ese sexo mecánico, desapasionado, de sábado sabadete, cumplidor con una ley no escrita que dice que los matrimonios tiene que acostarse juntos.
Ella le sigue queriendo. No de la manera alocada e irracional (¿pura?) del principio sino de un modo más sensato e interesado, consciente de la conveniencia y seguridad de seguir junto a él, aunque ese junto a él no sea más que una expresión.
Una idea, un pensamiento materializado desde hace mucho, la acompaña hasta que se duerme: sensación extraña la de seguir queriendo a alguien a pesar de un total desapego.

Saludos

lunes, 20 de diciembre de 2010

LIX

-"... había aprendido que son los silencios propios, hábilmente administrados, los que hacen que los otros hablen" Arturo Pérez-Reverte - La Reina del Sur

-"Pertenecéis a una generación que no lee las instrucciones y hace las cosas directamente"

-"Algo falla si estás rodeado y entre gente te sientes sólo" A3Bandas - Algo falla

-"Soy el silencio previo al gol de Iniesta" Capaz - Pan caliente con Kase O

Saludos

domingo, 12 de diciembre de 2010

Inoportuno (Relato)

Ninguna llamada de madrugada trae buenas noticias. A no ser que tengas amigos inoportunos. Entonces la característica fundamental de una llamada a media noche, esa mala noticia que te va cantando cada tono del teléfono, se transforma en una molestia proporcional a la borrachera que gaste tu forzado interlocutor.
-Tío, ¿dónde estás?- gritan al otro lado del teléfono, sumado al ambiente infernal que inunda el auricular.
-Joder, estás llamando a mi casa ¿dónde mierda crees que estoy? Llevo horas durmiendo, ¿Qué quieres?
-Vente que estamos aquí todos.- sus gritos aumentan cogidos de la mano con mi cabreo. Lanzar el teléfono contra la pared, que es lo que me pide el cuerpo, sería algo de lo que me arrepentiría en el momento justo en que abandonase mi mano hacia su destrucción.
-Cariño, ¿quién es?- mi novia, que hasta ahora dormía como yo, se une a la conversación
-Uno de mis impresentables amigos.- le digo mientras tapo el micrófono con la mano- No te preocupes y duerme.
-¿Con quién estás?- el borracho al que intento colgar gentilmente, todo sea por la amistad, ha escuchado a una mujer llamarme cariño y preguntar quién es, una mujer de la que no he hablado a ninguno de mis amigos porque siguen empeñados en que nos follemos a todo lo que se cruce por delante nuestra, como la camarera de ese bar al que solemos ir que que, según ellos, me come con la mirada.
-¿Con quién voy a estar?... con nadie. Dejadme dormir tranquilo, cabrones.- Cuelgo sin dar opción a réplica. Estoy tentado a dejar descolgado el teléfono, pero confío en que el alcohol les haya dejado un resquicio de sentido común como para no repetir la llamada.
-¿Por qué le has dicho que no estabas con nadie?- mi novia, de repente despejada y lista para la batalla me pregunta inquisitiva, vislumbrando la falta de información que tienen mis amigos con respecto a ella.
-¿Cómo que por qué?... por nada. Así le daba largas más rápido para poder colgarle.
-Era igual de rápido decirle que estabas conmigo.- su cabreo, inexistente hacía dos minutos, ha alcanzado el nivel del mío al inicio del diálogo telefónico y lo deja atrás a una velocidad pasmosa.
-Nena, está borracho, si le sigo tu nombre se va a hacer un lío y voy a tener que recordarle quién eres.- "recordarle": espero que una mentira piadosa suavice la situación.
-Señal de que no le has hablado lo suficiente de mi.- lanzo y... fallo- ¿Te avergüenzas de mí y por eso tus amigos no me conocen?
Mi cuello no puede sostener mi cabeza que cae abatida. Resignado y superado por la situación, me mentalizo para una larga conversación plagada de te quieros y cariños como atenuantes de su enfado; conversación en la que le razonaré una y otra vez mis inconsistentes motivos para no haber hablado de ella con mis amigos. Conversación en la que, al final, sólo quedará en claro mi incapacidad de resolver una situación cuando me despiertan de madrugada de manera inadecuada.
Va a resultar que estas llamadas siempre traen malas noticias.

Saludos

martes, 23 de noviembre de 2010

Normalidad

Te escuché hablar y no te creí. La sensación es que no te creías ni tú mismo. Te intentabas auto-convencer de que tus palabras eran verídicas, que eran lo que pensabas o lo que sentías o una mezcla de ambas. Como el niño que cree que diciendo sus deseos en voz alta, se cumplirán.
El tiempo, en este caso, puede llevarnos a una resolución equívoca. ¿Cómo saber si te tratabas de convencer a ti mismo o si, por el contrario, eran verdades como puños todo lo que dijiste? Sólo un ejercicio de revisión de conciencia podría resolver esta duda, pero es algo que nunca harás porque nunca hablaremos de esto. Fue una conversación de tantas. Sólo mi curiosidad podría hacer que revivamos esa situación para averiguar una verdad irrelevante.

Desde que ocurrió lo inevitable siento una egoísta liberación. Únicamente había tristeza al hablar sobre él, al responder preguntas lógicas en ese momento. ¿Cómo estás? era un puñal que se me clavaba en la garganta. Cualquier otro momento era anestesia, irrealidad. Vivencias repitiéndose hasta convertirse en sufrida normalidad.
Lugares comunes que, aunque pocas veces transitados, marcan profundamente, como si fuese más sencillo recordar lo negativo. La trampa de recrear la miseria, los momentos más bajos.

El destino nos alcanza suficientes veces como para acomodarnos en situaciones de las que nos hemos convencido de lo bien que estamos en ellas. Parece confuso pero lo simplificaré. De nada sirve esto está bien si no es esto lo que quiero. Siempre hay tiempo para lo que está bien pero se agota para lo que apetece.
No estoy hablando del trasnochado concepto de carpe diem, latinismo en el que muchos jóvenes se amparan para hacer el gilipollas sin cargo de conciencia (posiblemente único latinismo que conozcan)
La comodidad parece adecuada pero es destructiva si no estamos realmente a gusto en ella. Forzar la comodidad no funciona.

Divago. Será mejor dejarlo aquí.

Saludos

miércoles, 27 de octubre de 2010

Catarsis

Siempre que me preguntan un genérico ¿Qué tal? suelo responder con un ambiguo No me puedo quejar. Normalmente es mentira.
No es la primera vez que recojo mierda del suelo. Literalmente. Tampoco será la última tal y como están las cosas.
85 años no pasan en balde. Toda una vida que, para seguir funcionando, consume parte de vida de la gente que tiene alrededor.
Dependencia total. No es Os necesito, es Sin vosotros no podría llamar a esto vivir.
Por otra parte el dolor de ambos pies parcialmente necrotizados le obligan a tomar morfina. Se ha convertido en un autómata que únicamente conserva la testarudez como distintivo humanizador. Con la cabeza perdida y encima tozudo. Sancho Panza convenciendo a Don Quijote de que lo que ve no son gigantes.
Hemos escuchado decenas de delirios y alucinaciones: barro hasta las piernas, personas deambulando ante sus ojos, animales correteando por el suelo, charcos en el suelo... Es usual verle manipulando el aire, soltar con delicadeza desechos imaginarios sobre la mesa. Su cabeza, en un macabro juego, le hace recrear épocas pasadas, los viejos tiempos, los buenos tiempos.
Pasa las horas muertas dormitando, llegando a dormirse mientras intenta hablarte tratando de enlazar pensamientos inconexos. Jirones de realidad que su cerebro agotado trata de coser.

A veces, sin importar el momento, las lágrimas simplemente te brotan. Son fruto de la pena, de la impotencia, del cansancio mental y físico (durante la noche estás en un continuo duermevela, atento a lo que pueda pasar), de una rabia contenida y acumulada. Rabia porque no hay mejora posible, porque nada a lo que llamemos Dios debería permitir esto, porque la única explicación es el Así es la vida.

Sirva esto como limpia, como un sacar la basura que se me podría por dentro, como futuros No me puedo quejar.

Saludos

martes, 12 de octubre de 2010

Una noche fría y oscura

Y es que en la vida hay que ir tirando, cada uno a su manera. O como se pueda.
Como un caracol, arrastrándose y cargando hasta la muerte con un peso proporcional a su existencia, rezando para que ningún grillo vacilón se le suba a la concha o que ninguna colonia de hormigas decida que él será su reserva de comida. Suficientemente perra es la vida y encima siempre hay cabrones dando vueltas pensando como jodérsela a los demás.
O como los cangrejos ermitaños, que parecen existir únicamente para que nosotros, de pequeños, los desenterremos de la arena y juguemos con ellos en nuestro cubito de playa hasta cansarnos y devolverlos a su insulsa y placentera vida. A veces los cabrones que andan dando vueltas por ahí somos nosotros.
Todo es seguir hacia delante, siempre hacia delante, hasta que levantas la cabeza y te das cuenta de todas las veces que anduviste en círculo, siendo consciente en ese momento de que no llegaste tan lejos como pensabas pero estás tan cansado que ya nunca podrás llegar. Tan cansado que te dejarías llevar al infierno con la condición de no dar un sólo paso más.
Y el destino te alcanza y, dependiendo tu velocidad, te golpea como si un coche te atropellase o fluyes con él como un surfista coge una ola y la cabalga. Decepción o euforia.
Pero ya es tarde, no para mí, ni siquiera para ninguno de vosotros. Es tarde por la hora en la que escribo esto. No tengo nada más que decir a las 1:20 de la ¿noche o madrugada?

Saludos

viernes, 1 de octubre de 2010

Oración 4

Ese indefinible escalón que existe entre amigos y conocidos.
¿Existe un cubo de reciclaje para antiguos amigos?
Buscando ideas como quien busca un tesoro escondido: un viejo mapa en las manos y ganas de trabajar en ello.
La fina línea que separa lo tangible de lo imaginario. Todo lo antitético se dice que está separado por finas líneas.
¿Cómo de ancha es en realidad una frontera?
Hasta que no pueda sentir nada y el dolor se haya ido...
Borrando frases. Borrando pensamientos.
Demasiado tiempo libre hace de mí un vago.
Por muchas vueltas que le doy sigo sin encontrar una explicación lógica. Sigue sin haber comunicación pero volvemos a estar "conectados". Al terminar de escribirlo le encuentro un segundo sentido.
No hay nada que te ayude a escapar excepto esa puerta con un cartel en el que pone "Salida".
Nada de esto representa a nadie, únicamente a un servidor. Aunque haya cosas que ni yo mismo me creo.
Mirando la pantalla como si las palabras fuesen a brotar por sí solas.
Como en un concierto, todo el mundo con sus mecheros encendidos para el gran final.
Todo en esta vida es un día más...

Saludos

lunes, 30 de agosto de 2010

Sinceridad-Crueldad

Eres pesada. Me aburres de una manera que no puedes ni imaginar. Ningún tema de los que me has podido hablar me ha interesado lo más mínimo. Siempre intentaba prestar atención a lo que decía la gente a nuestro alrededor para no tener que bostezar en tu cara. Rezaba con que alguien me llamase para poder interrumpirte.
Tu no tienes ni puta gracia. Todas las cosas que haces y dices que crees que son graciosas no lo son en absoluto. Y el hecho de que repitas una y otra vez las mismas paridas hace que la cosa empeore más allá de lo soportable. Y eso por no hablar de tu actitud así, en general. Porque todo es un problema de egocentrismo. La inconsciencia de ser un pamplina y no saberlo.
Vosotros sois del género tonto. Autistas en estado normal y cuando habláis monotemáticos. Cada vez que pienso en qué es peor mi conclusión es el suicidio. Dando lecciones de cosas que ni siquiera domináis. Para darnos lecciones os quedáis callados y para quedaros callados os quedáis en casa.
A ti todo lo que te diga te va a dar igual porque no te importa lo que te dice la gente. No te molestas en escucharlos, eso sí, que un foco te alumbre y silencio absoluto cuando tomas la palabra. Sentando cátedra. Pobres de nosotros que necesitamos de tu compañía para animar la reunión. La próxima vez que escuche tu típica frase de despedida debería mandarte al carajo.
Y qué hay de mí. Me creo poseedor de la verdad y por encima de todos los citados, pedante, hablando de cosas fuera de contexto y con los cojones desaparecidos en zona de paz. Cuando lanzo mierda también me salpica.
Pero al menos soy sincero (cruel)

¿Y qué hay de vosotros?

Y ahora que te has ido todo sigue igual porque siempre estás lejos.

Saludos

domingo, 22 de agosto de 2010

Diálogos

La eterna duda entre decir la verdad o lo conveniente.
Lo conveniente: una mentira (¿piadosa?), un eufemismo. Una manera de continuar una conversación hasta llegar a un objetivo, esquivando verdades, dejando caer conveniencias. Siempre con una sonrisa en la cara.
Es incierto que el alcohol actúe de desinhibidor, simplemente ayuda a mantener esa sonrisa enmascaradora de pensamientos.
A veces la verdad y lo conveniente son lo mismo, pero algo que no nos atrevemos a decir. Se crea entonces un ente difuso que llamamos hablar de nada porque temo hablar de lo que quiero, porque temo tu reacción, porque temo tu negativa.
Si esa negativa se produce, lo que creíamos conveniente ¿se convierte en inconveniente?
No olvidemos que la conveniencia de lo dicho dependerá de la reacción de nuestro interlocutor.
Y es que cuando dices la verdad te miran como si les estuvieras mintiendo. Acostumbradas a escuchar conveniencias han perdido la capacidad de discernir entre verdad y mentira.
Nos convertimos en seres desconfiados creyendo que todos actúan como nosotros, hablando vaguedades que no nos comprometan pero que al mismo tiempo bajen las defensas ajenas, intentando no caer en contradicciones y buscando las contradicciones ajenas como línea de flotación sobre la que atacar.
Porque todos queremos lo mismo, pero nadie lo dice directamente y perdemos el tiempo.
Y mientras tanto más meses de espera...

Saludos

martes, 27 de julio de 2010

Continuará...

Vuelvo con la autoridad del náufrago que lanza un mensaje en una botella desde una isla desierta, implorando a Poseidón que sea magnánimo con mi suerte, acumulada toda ella en un trozo de papel garabateado de esperanzas y despojos de recuerdos rodeado de frágil vidrio.
Hace tiempo que cuervos, buitres y toda clase de alimañas merodea a mi alrededor esperando mi rendición, un último suspiro que abra la veda de la rapiña, un frenesí de bocados y desgarros. Pero nada me asusta. Observo sus ojos violentos clavados en mi, brillantes en la oscuridad, descuartizándome con la mirada, imaginándose el sabor de mis partes blandas, el suave fluido interno de mis ojos, la flácida carne de mi estómago, los jugosos órganos internos.
Continúo con la autoridad del que se hace esperar. El amigo que siempre llega tarde en las quedadas. La chica guapa que termina de arreglarse con el chico nervioso a la puerta de su casa. El entrevistador que quiere sentir los nervios de los aspirantes a un puesto de trabajo, reunidos todos en la bien llamada sala de espera.
Siempre termina defraudando, digo, el que se hace esperar. A más espera, más expectativas. Infladas como botas de vino recién llenas, como ubres de vaca sin ordeñar. Y luego el globo se deshincha y no queda nada salvo una forma flácida, una triste caricatura de lo que se esperaba. Una mala película con un excelente trailer.
Termino con la autoridad del que sabe que todo tiene un final. No hay presión. Una última posesión para ganar un partido intrascendente. Toda situación es pasajera, granos en un reloj de arena que caen incesantemente hasta que se agotan y se gira el reloj para comenzar de nuevo. Todo volverá a ser como antes aunque de una manera diferente.
No siempre hay un Continuará... al final de cada episodio. No todos podemos ser Raúl diciéndole hasta luego al Real Madrid. Ni falta que hace.
Pero por si alguien se ha preocupado (no me lo creo ni yo) esto va a continuar.
Saludos

miércoles, 23 de junio de 2010

LVIII

-"Yo vengo a ser lo que se llama en el mundo un buen hombre, un infeliz, un pobrecillo, como ya se echará de ver en mis escritos; no tengo más defecto, o llámese sobra si se quiere, que hablar mucho, las más veces sin que nadie me pregunte mi opinión; váyase porque otros tienen el de no hablar nada, aunque se les pregunte la suya" Mariano José de Larra - ¿Quién es el público y dónde se encuentra?

-"[...] concluyo: que no existe un público único, invariable, juez imparcial, como se pretende; que cada clase de la sociedad tiene su público particular, de cuyos rasgos y caracteres diversos y aun heterogéneos se compone la fisonomía monstruosa del que llamamos público; que éste es caprichoso, y casi siempre tan injusto y parcial como la mayor parte de los hombres que le componen; que es intolerante al mismo tiempo que sufrido, y rutinero al mismo tiempo que novelero, aunque parezcan dos paradojas; que prefiere sin razón, y se decide sin motivo fundado; que se deja llevar de impresiones pasajeras; que ama con idolatría sin porqué, y aborrece de muerte sin causa; que es maligno y mal pensado, y se recrea con la mordacidad; que por lo regular siente en masa y reunido de una manera muy distinta que cada uno de sus individuos en particular; que suele ser su favorita la medianía intrigante y charlatana, y objeto de su olvido o de su desprecio el mérito modesto; que olvida con facilidad e ingratitud los servicios más importantes, y premia con usura a quien le lisonjea y le engaña; y, por último, que con gran sinrazón queremos confundirle con la posteridad, que casi siempre revoca sus fallos interesados" Mariano José de Larra - ¿Quién es el público y dónde se encuentra?

-Las películas en las que salen enanos son mejores.

-"The last thing you wanna do is have me spit out a rhyme, and say I was writin' this and I thought of you" Eminem - Cold Wind Blows

Saludos

lunes, 7 de junio de 2010

Helicópteros (Relato)

-¡Coge un puto lápiz y papel y ponte a escribir!
-¡No puedo!
-¡¿Cómo que no puedes?!
-¡No tengo nada que escribir!
-¿Me has dicho eso en serio?
-Es la verdad.
-¿Me estás diciendo que tu vida es una mierda? Porque si nada de lo que lees, de lo que escuchas o lo que ves, en definitiva, de lo que vives, te sirve de inspiración es que tu vida es una mierda. Sin más.
Se miraron. El acusador, arrogante, sintiéndose superior. El acusado, achantado, compungido, como un niño al que pillan en una mentira.
-Me siento seco, vaciado, con la sensación de haber escrito todo lo que tenía dentro. Todo lo que tenía que escribir.
-Eres un flojo.
Tajante, todavía en posición de poder. La vergüenza y el autodesprecio convertidos en sorpresa. Una bofetada inesperada.
-¿A qué viene eso?¿Qué me quieres decir?
-¿No piensas nada a lo largo del día?¿Tu cerebro está en blanco en todo momento?
-No, pero son rayadas personales, cosas privadas. A nadie le interesarán.
-¿Y qué te impide convertirlas en algo diferente? Algo impersonal, aunque identificable a un nivel íntimo, en lo que alguien pueda sentirse reflejado.
Había ganado la discusión. Jaque mate. Te acabo de cerrar la boca a razones, si me permites la expresión.
Resignado, como cualquier lunes por la mañana de camino al trabajo después de un largo fin de semana.

Saludos

jueves, 13 de mayo de 2010

Papeles (Relato)

-¿Qué haces aquí?
Esa pregunta me salió del alma, tan rápido que no fui consciente de ella hasta que la oí de mi propia voz. Ella estaba allí plantada frente a mi puerta, con cara de no haber roto nunca un plato, aún sabiendo que me había roto, como quien dice, toda mi vajilla.
-Te echaba de menos.
La última vez que nos vimos me dijo que no quería volver a verme en la vida y ahora, de repente, sorpresa. Como el fogonazo de un radar al tomarte la fotografía prueba de tu infracción. Igual de agradable.
-Desde que rompimos...
Vaya, así que fue algo consensuado. Primera noticia.
-La expresión que buscabas es "Te dejé"
-Como quieras, no he venido a discutir.
Que curioso, ese fue uno de los motivos que esgrimió "Últimamente pasamos todo el tiempo discutiendo" Una vez más discrepancia en los conceptos: ella levantaba la voz, yo intentaba calmarla y dialogar.
-Desde que, como tú dices, te dejé...- el tono de esas dos últimas palabras está cargado de resquemor-...he pensado mucho en ti. En nosotros. Creo que cometí el mayor error de mi vida cuando te separé de mi lado.
Así que ha pensado mucho en mí. Yo pensé mucho en ella. Siempre una copa y yo pensando. Buscando motivos, soluciones, culpas y respuestas. Echando litros de más porque echaba a alguien de menos.
-No sé que quieres que te diga.
-Dime que todavía podemos arreglarlo. Que alguna vez podrás perdonarme. Que podremos volver a estar bien, juntos.
Tengo la bola en mi tejado. Por primera vez en nuestra relación puedo decidir egoístamente, no intentando contentarla con la opción que elija. Si esto fuera una película nos besaríamos, la abrazaría fuerte y lloraríamos mientras la cámara va abriendo el plano, dando la sensación de estar separándose de nosotros, dejándonos disfrutar de nuestra felicidad con intimidad. Pero aquí, en la realidad, las cicatrices no son de maquillaje.
-Honestamente debo agradecerte estas disculpas a tu manera. Y te mentiría si te dijera que estoy mejor sólo, que no me gustaría tener a alguien con quien compartir la vida.- Una sonrisa de esperanza se dibuja en su cara. Nunca esperaba a que terminase de hablar. Sacaba conclusiones precipitadas- Pero si de algo estoy seguro es de que estoy mejor sin ti.- Cuando una ilusión se quiebra suena a cristales rotos. Ya no hay sonrisa en su cara, sino un gesto indefinible- Y ahora si me permites, no me gustaría cerrarte la puerta en las narices.

No tiene voz para decir nada más. La veo darse la vuelta y alejarse caminando lentamente, como aturdida, noqueada por un puño imaginario que la ha golpeado sin esperarlo.

Hemos cambiado los papeles. Me recuerda tanto a mí...


Saludos

lunes, 10 de mayo de 2010

Aceptación (Relato)

Se despierta de madrugada con la sensación de no haber descansado a pesar de llevar varias horas acostado. Otra noche más, piensa mientras se incorpora hasta sentarse en la cama. Otra noche más en la que su cabeza le juega la mala pasada de desvelarlo, como rebelándose con el uso que hace de ella o simplemente por joder, quién sabe. A su lado su mujer duerme sin percatarse de sus movimientos.
Coge su bolsa de tabaco, papel y mechero y se dirige hacia la terraza. Mientras lía el cigarro observa la calle: a altas horas de una templada noche de verano son pocos los coches que circulan por la calzada y sólo rompe la calma del barrio un grupo de chavales que vuelven, supone, de haber tomado unas copas. Su estado provoca que les importe un bledo el ruido que hacen o las voces que están pegando. Todos hemos sido jóvenes, piensa. Aunque de eso hace tiempo, lo que parece una eternidad, sentencia.
Enciende el cigarro y a la primera bocanada de humo que expulsa la acompaña un hondo suspiro. Apoya los brazos en la barandilla, sintiendo la tibieza del hierro, todavía templado después de toda la tarde recibiendo los rayos del sol. Continuamente da caladas al cigarro para evitar que se apague, cosa de esos papeles de combustión lenta, tan diferentes de los normales que se pueden ver en cualquier cajetilla de tabaco. Aunque en realidad también lo hace con la secreta esperanza de coger un ligero mareo, como le ocurría las primeras veces que de joven fumó algún cigarrillo con los amigos del colegio. Quizá eso le ayudase a dormir.
Sin que se de cuenta, ella se ha acercado hasta él hasta abrazarlo cariñosamente por la cintura, apoyando su barbilla sobre el hombro de él, para lo que tiene que ponerse de puntillas.
-¿Qué haces aquí?-le pregunta
-No puedo dormir. ¿Y tú?
-Me he despertado y como no estabas en la cama he venido a buscarte.-mientras le decía esto ella lo ha girado para hablarse a la cara-¿Estás bien?¿Te pasa algo?-pregunta entre preocupada y cortés.
-No te preocupes, estoy bien.-contesta esbozando una sonrisa forzada que debido a la penumbra y a los ojos medio cerrados por el sueño de su pareja pasa desapercibida-Acuéstate. En cuanto termine el cigarro voy para la cama.
-Pero no tardes. Ya sabes que mañana comemos con mis padres y antes tenemos que pasar por algún sitio a comprar el vino.
-De acuerdo.-Le da un beso en la frente como despedida y ella, señalándose el labio, le pide otro que gustosamente le da. La ve alejarse por el salón adivinando su cuidado cuerpo bajo la ancha camiseta que usa para dormir.
Aunque no puedo negar que he tenido suerte, se dice. Ahora su sonrisa es franca, real. Tras un par de caladas mira el cigarro al que todavía le queda un dedo de tabaco. Lo arroja al vacío y lo observa caer dando vueltas, pareciendo que las brasas aún encendidas le estén mandando algún tipo de mensaje de destellos cifrado.
Al volver dentro se huele los dedos, odiando el olor que se ha quedado impregnado en sus yemas. Antes de acostarse pasa por el cuarto de baño y en total oscuridad se lava las manos. En el espejo descubre su silueta a duras penas. Negro sobre negro, pero diferentes tipos. Así, mezclado con el entorno hasta el punto de apenas distinguirse a sí mismo, recuerda una frase con la que ha afrontado toda su vida y que le vacía la mente.
Hasta ahora todo va bien.

Saludos

miércoles, 28 de abril de 2010

LVII

-"Can we pretend that airplanes in the night sky are like shooting stars? I could really use a wish right now" B.o.B. - Airplanes feat. Hayley Williams

-"Mi Campanilla, mira que desperdiciar a un Peter que hubiese besado el suelo que pisas" Rapsusklei & Hazhe - Jazz Elak Olé

-"El general lamento era que España tenía todo lo bueno que Dios crió, menos gobernantes que supieran su obligación, resultando que con unos y otros siempre estábamos lo mismo" Benito Pérez Galdós - Episodios Nacionales: Luchana

-"...por alguna curiosa razón, los hombres y las mujeres siempre miran primero a una mujer hermosa y luego desvían la vista hacia su acompañante de un modo inquisitivo, a ver quién será ese fulano. Como para comprobar si su apariencia la merece, y si él está a la altura de las circunstancias" Arturo Pérez-Reverte - La carta esférica

Saludos

domingo, 25 de abril de 2010

Recordando: Sigue corriendo (Relato)

Tenía que llegar. Sabía que era necesario llegar. Así que heché a correr. A correr como nunca antes había corrido. Sería la carrera de mi vida, no por su importancia, sino porque literalmente iba a decidir mi vida. Designaría mi futuro, la dirección que iba a tomar mi destino. Me lo jugaba todo a cara o cruz: si llegaba, ganaría; si por el contrario me quedaba por el camino, habría que ver qué desagradables consecuencias me depararía el azar.
Estaba corriendo lo más rápido que podía y conforme lo iba haciendo me daba cuenta de la rápida decadencia de mi forma física. Perdí el ritmo de la respiración. Recuerdo que en el colegio te enseñaban que había que inspirar por la nariz y espirar por la boca. En esos momentos las enseñanzas se desvanecieron. Respiraba como podía, desacompasadamente, siempre por la boca. Nada bueno. Pero tenía que seguir corriendo.
Corrí por sitios que ni siquiera recuerdo, esquivando gente a la que no me daba tiempo a reconocer. Pero tenía que seguir corriendo.
Sudor frío, goteando por mi espalda, empapando mi camiseta. Notaba los latidos de mi corazón en los oídos y martilleando en mis sienes, cada vez más fuertes, cada vez más rápidos, cada vez más dolorosos. Pero tenía que seguir corriendo.
De repente, dolor en el estómago. Eso que llaman flato. Hacía tiempo que no me ocurría, el mismo tiempo que hacía que perdí el hábito del deporte. Fue como un pinzamiento, como si alguien me estuviese estrujando el hígado con sus propias manos. Además noté que mi garganta sabía a sangre. Estaba seca y dolorida por la mala respiración. Pero tenía que seguir corriendo.
Y cuando llegué, ya no estaba allí. Nunca supe si se acababa de marchar, si se había ido hacía ya tiempo o si ni siquiera había estado allí nunca.
Ahora, con el tiempo pasado no recuerdo cual era mi objetivo, hacia qué corría. No recuerdo si era una mujer, un poder, una ambición, un sueño extravagante. No lo consigo recordar. Supongo que, en realidad, no importa fuese lo que fuese.
En lo que ahora pienso es en todo lo que me tuve que perder por ir demasiado rápido.


Saludos

lunes, 19 de abril de 2010

LVI

-"Aprendí a caminar sin mapa, a irme de caminata sin comodidades ni lujos, protegido por los santos y los brujos" Calle 13 - Pal norte con Orishas

-"A veces soy cuchillo y a veces soy herida. Y otras veces soy silencio y casi siempre soy ruido" Mártires del Compás - No vale la pena

-"Cada vez me quejo menos. Los problemas son más grandes y duraderos pero los supero" Tote King - Hace tiempo que... con Titó y Quiroga

-"Gran parte de una desgracia cualquiera consiste, por así decirlo, en la sombra de la desgracia, en la reflexión sobre ella. Es decir, en el hecho de que no se limite uno a sufrir, sino que se vea obligado a seguir considerando el hecho que sufre" C. S. Lewis - Una pena en observación

Saludos

lunes, 12 de abril de 2010

Tiempo de clase

Llevo aproximadamente 20 años de mi vida siendo alumno. Jardín de infancia, primaria, E.S.O., Bachiller, ahora Universidad y entre medio conservatorio de música. Horas y horas dedicadas a escuchar y prestar atención a un profesor. Siendo, además, hijo de profesor, que de por sí no significa nada, pero que marca a fuego un tipo de conducta dentro de las paredes de un aula.
Pero no nos colguemos medallas precipitadamente. Todos hemos sido jóvenes y, por tanto, estúpidos. A mi también me aburrían las clases, no por sí mismas, sino por su obligatoriedad.
Si por nosotros fuera, con 12 años no nos metíamos en una clase ni de broma, pero explícale eso a tu madre y a ver que te comenta. Siendo la cosa así, para matar el tiempo realizabas diversas actividades más o menos molestas para el profesor y compañeros, a saber: hablar, dormitar, juegos de bolígrafo, pintar en el libro de turno, arrojar partículas de diferentes materias a compañeros y cualquier otra cosa con la que hayáis perdido el tiempo en clase.
Pero esa cualidad de las clases , la obligatoriedad, se esfuma cuando entras en la facultad. Es irrelevante que entres o no a clase; siempre encontrarás a alguien que te deje, más o menos gustosamente, los apuntes. En el peor de los casos tendrás uno de los raros casos de profesores que pasan control de asistencia esporádicamente para, en caso de nota final dudosa, echarte de la revisión bajo el motivo de que no acudes a clase.
Por eso nunca entenderé a esa gente que entra en clase y se pone a hablar con su amigo. Y no hablo de los casos en los que comentas algún concepto de la explicación, o le repites lo que acaba de dictar el profesor o te permites un chascarrillo de no más de una frase.
Hablo de esa gente que mantiene conversaciones durante la hora que puede durar una clase, obligando al profesor a interrumpir sistemáticamente su explicación para pedir silencio porque, no olvidemos que en una clase en la que pueda haber más de cincuenta personas habrá como mínimo tres o cuatro conversaciones en activo, con el rumor de fondo real y tangible que eso supone.
Vamos a ver: tenéis por lo menos veinte años (sorprendentemente los repetidores y por tanto más mayores son más propensos a la charla) como para andar haciendo el canelo, porque no tiene otra palabra. Perdéis el tiempo y, ya no es que se lo hagáis perder también a vuestros compañeros (que como sois gilipollas seguramente ni los respetéis), sino que se lo hacéis perder al profesor, que no hace más que su trabajo (aunque supongo que como sois gilipollas tampoco lo respetáis)
Y no son insultos gratuitos. Demostráis vuestra gilipollez a diario, entrando a clase para hablar en vez de quedaros bebiendo cerveza en la cafetería, jugando a las cartas en el césped o fumando porros en el aparcamiento, cualquiera de las tres cosas que hacen los estudiantes sensatos cuando quieren charlar con los amigos.

Saludos
(Especial dedicación a mi amigo Manolo que con su recién recibido título de Licenciado no tendrá que soportar más a esta gente y que, además, me ha pedido más artículos y menos relatos)

miércoles, 7 de abril de 2010

Lugares comunes (Relato)

-Creo que nos estamos quedando sin alcohol. Esta noche odio esta puta ciudad.
Ella me devuelve una sonrisa cómplice, conocedora de mis varias extravagancias, entre ellas esta de , sin motivo alguno, soltar frases de canciones al azar. Sin embargo, tras la sonrisa cambia su gesto como descubriendo alguna amarga verdad escondida tras mi frase.
-¿Qué te ocurre?-me pregunta.
-¿Cuanto hace que nos conocemos?
-¿Sabes que podemos entrar en un largo bucle como empecemos a contestarnos con más preguntas?-vuelve a sonreír, aunque esta vez algo más forzada, intentando romper una tensión que sabe que se está formando aún sin saber por qué.
Aunque no estamos sólos en la habitación la conversación de nuestros amigos me importa lo mismo que la de unos desconocidos en la mesa contigua de cualquier restaurante.
-No, en serio, ¿desde cuando nos conocemos?¿Desde cuando puede decirse que somos amigos?
-Pues no sé exactamente. Tres años, cuatro quizás-me contesta, cada vez más extrañada del tono que está tomando la charla-Pero ¿a qué viene esa pregunta?
-Tú me conoces. Sabes como soy y lo que me pasa... aunque no siempre... a veces... en realidad casi siempre. Pero contigo es diferente. Contigo estoy como más... ¿cómo decirlo?... más como quiero ser, si es que eso tiene sentido. Por eso contigo es diferente... aunque ahora no lo esté pareciendo. Por eso siempre he pensado en nosotros... en tú y yo, quiero decir... en que quizá... pero siendo amigos entiendo que puede ser complicado... pero no puedo evitar pensarlo-mis ojos vagan en todas direcciones, tan pronto mirando el gesto de incredulidad en su cara como alzándose al cielo suplicando alguna muestra de que comprende lo que le quiero decir-No sé si entiendes lo que quiero decir.
-La verdad es que no-me contesta sin comprender o no queriendo comprenderlo-Pero ¿estás bien?¿Te pasa algo?
-Déjalo-respondo apurando mi copa-Son sólo estupideces.

Saludos

domingo, 4 de abril de 2010

LV

-Si quieres explicarme algo, escribe un libro.

-"I'm the hero of the story. Don't need to be saved" Regina Spektor - Hero

-"Creedme: odio las fiestas de Año Nuevo, todos desesperados por divertirse tratando de celebrarlo de algún modo mísero. ¿Celebrar qué, un paso más hacia la tumba? De ahí que nunca me canse de decir aprovecha todo el amor que puedas dar o recibir, toda la felicidad que puedas birlar o brindar, cualquier medida de gracia pasajera... si la cosa funciona. Y no te hagas ilusiones, no depende de tu ingenuidad humana ni mucho menos, más de lo que te guste admitir es suerte en tu existencia. ¿Conoces la probabilidad de que entre millones de espermatozoides de tu padre uno encontrara el óvulo que te creó?... No lo pienses, te daría un ataque de pánico" Si la cosa funciona

-Bebí para olvidar que no te vería.

Saludos

viernes, 19 de marzo de 2010

LIV

-"I believe in anything that brings you back home to me" Bloc Party - Signs

-"Ando, siempre mirando, como buscando algo blando que llevarme a la boca, ¿me das un beso?" SFDK - Hoy no... con El Puto Loko de H Mafia

-"Ese Don Nadie no busca un enlace de conveniencia, ni necesita los millones ajenos, porque es de los que, por su gran mérito, pueden permitirse la libertad de ser pobres" Benito Pérez Galdós - Episodios Nacionales: Mendizábal

-"His father died at fifty six so he's well aware how vital a father figure is. How big of a responsibility it is to be a good husband and care for your kids, never miss an event, helpin' them with homework. Discipline to prevent things when they're older" Asher Roth - His Dream

Saludos

lunes, 15 de marzo de 2010

Los riesgos del deporte

Caminaba de camino a la parada de autobús del Parque. El mismo camino cada día volviendo de la facultad. Bajaba por la calle de la Victoria por la acera derecha dirección plaza de la Merced. Para los que no conozcan la calle (por extensión: los que no conozcan Málaga) diré que en los puntos más anchos tiene una hilera de árboles, cuyos parterres están separados unos cinco metros uno de otro, pemitiendo en ese intervalo de separación el que quepan cuatro personas en paralelo. En términos de movimiento uniformemente acelerado, es decir, andando, ese número se reduce a tres. Sin embargo, el tramo en el que ocurre esta historia la anchura de la acera no permite la estancia de más de dos personas.
El caso es que de un portal a unos cuatro zancadas de distancia de mi persona aparece desde un portal, plena de energía, una joven rubia, alta, espigada, vestida en chándal que permanece a la espera de otra persona mientras hace ese movimiento como de correr parado. Su acompañante, un joven moreno, algo más bajo que ella y mucho menos enérgico no la hace esperar más de unos pocos segundos. Intercambian unas palabras y, permitiéndome leer sus labios con claridad, ella dice "A correr", dando una palmada y poniéndose a ello. Él, ciertamente sorprendido, arranca tras ella como media a media zancada de retardo.
La manera de correr de ella me recordó a Rachel y Phoebe en ese capítulo de Friends, pero sin esa sobreactuación y exageración cómica. Y como seguía algo delante de él, para mantener una conversación tenía que girar su cabeza mirando por encima de su hombro, perdiendo como consecuencia referencias visuales frontales.
En estas estaban que sale delante de ellos un tipo de una tienda. Como ella intentaba hablar con su compañero de marcha, cuando quiso mirar hacia la dirección de su carrera se encontró de bruces con la espalda del tipo, sin tiempo suficiente como para pararse, pero con el hiato justo como para frenar y no arrollarlo, aunque insuficiente como para evitar cierto contacto.
El tipo, asombrado y , si me hubiese ocurrido a mí, interesado, se giró con la única intención de averiguar quién había chocado contra el de manera tan inesperada.
Los dos corredores, supongo que tras disculparse, reanudaron la conversación; en esta ocasión simplemente paseando, y , por lo que pude deducir por los gestos de él, decidiendo (en una inteligente medida) comenzar su ejercicio físico una vez alcanzado el túnel de la Alcazaba.

Saludos

sábado, 13 de marzo de 2010

Astrología

Según el diccionario de la Real Academia Española "Estudio de la posición y del movimiento de los astros, a través de cuya interpretación y observación se pretende conocer y predecir el destino de los hombres y pronosticar los sucesos terrestres"
Puedo entender que a algunas personas, insignificantes motas de polvo en el vasto universo (como todos), acepten que su vida viene predestinada por la posición relativa de diferentes cuerpos planetarios . No es más que una forma disminuida de fe que hemos dado en llamar superstición.
Obviaré las evidentes muestras de falta de rigurosidad, fácilmente demostrables por el hecho de que en cada periódico que caiga en nuestras manos aparecerá un predicción para nuestro signo zodiacal diferente a la anterior. Pero lo dejaré correr y lo tomaré como error de interpretación.
El caso es que, ayer mismo, en uno de esos periódicos gratuitos pude leer esta predicción que reproduciré de memoria:
En caso de no tener pareja conocerás a alguien en un acto cultural
Por la noche acudí a lo que podríamos catalogar como un acto cultural: concierto de SFDK.
No tengo pareja.
No conocí a nadie.
La astrología mintió.

Saludos

domingo, 7 de marzo de 2010

LIII

-"I'm sorry for all I'm sorrys that came too late" Looptroop - Fly Away

-"There's so much more that I wanted and there's so much more that I needed and time keeps moving on and on and on. Soon we'll all be gone" Blink 182 - Man Overboard

-"The world is too crowded and it's lonely here" Special Teamz - Fallen Angelz feat. D. Quest

-"-A algunas mujeres quedar encintas les es tan fácil como pillar un resfriado-. Y había allí por cierto una analogía: los resfriados y los bebés son consecuencia de gérmenes a los que nada agrada tanto como una membrana mucosa" Kurt Vonnegut - Galápagos

Saludos

miércoles, 3 de marzo de 2010

Una historia de fantasmas (Relato)

Fantasma 1: Estuve mirando para comprarme varios deportivos de gama alta, ya sabes, Aston Martin, Porsche y marcas por el estilo, pero cuando los probaba no me transmitían las sensaciones de conducción que andaba buscando así que me quedé con mi utilitario.
Fantasma 2: A mi me pasó algo parecido con mi mujer. Estaba empeñada en que compráramos un chalé en la sierra pero le dije que para que quería tantos metros de casa pudiendo ir a un hotel cuando queramos, así que terminó olvidándolo.
...
Oyente crítico: Fantasmas


Saludos

viernes, 26 de febrero de 2010

Aveinte

Hace años de este suceso y lo recuerdo a menudo.
Estábamos en Aveinte, el pueblo de origen de mi padre, una minúscula población de la provincia de Ávila a unos predecibles veinte kilómetros de la capital provincial .
Mi madre, mi hermano y un servidor habíamos ido a visitar a unos primos por parte mi padre que suelen pasar sus vacaciones en el pueblo.
El caso es que mi hermano y yo estábamos en el frontón, separado del núcleo original del pueblo por la Nacional 501, junto con unos primos de edades cercanas a las nuestras, esperando nuestro turno para entrar a jugar.
Ocupábamos parte de la sombra que proyecta un viejo muro construido en paralelo a un camino de tierra que discurre en su inicio junto al frontón para posteriormente continuar su trazado hacia la llanura castellana.
En estas que pasa un lugareño, el vivo retrato de un viejo campesino español: alto aunque algo encorvado por la edad, delgado, piel morena y curtida por horas de sol, andares parsimoniosos y fatigados.
Nos miró a mi hermano y a mi como quien ve una cara que le resulta familiar. No es necesario decir que, en nuestro caso, no teníamos ni la más remota idea de quien era ese buen hombre.
"¿Vosotros sois los Marios?" nos preguntó en clara referencia a mi fallecido padre.
Asentimos.
Un gesto de resignación se dibujó en su rostro. Apartó la mirada y continuó su camino.
No dijo nada más, ni tenía por qué hacerlo.

Saludos

domingo, 14 de febrero de 2010

LII

-"Po' tía, en clase de Ciudadanía está el grupo de la Jenny, de la Raquel, de la Carmen, y se acoplan con nosotras la Cristina y la Elena y parecemos tontitas"

-Siento decírtelo pero, seguramente, algo aportes al adjetivo.

-"Dando gracias, así es como vivo yo: por ser como soy, por querer seguir siéndolo" Violadores del Verso - Filosofía y letras

-Es curioso como llegan a nosotros ciertos grupos y/o canciones. Yo descubrí a Band Of Horses y su canción "The Funeral" gracias a este vídeo.

Saludos

martes, 9 de febrero de 2010

Diario de hotel (Relato)

La luz que se filtra a través de la cortina de una ventana sin persianas hace que se despierte. Ni siquiera hace el esfuerzo de intentar recordar dónde se encuentra: es simplemente otra habitación de hotel de una ciudad cualquiera en la que la noche anterior tenía un concierto. La vida de una estrella de la música. Lagunas en la memoria del tamaño de océanos.
Se incorpora hasta sentarse en la cama, con los pies apoyados en la moqueta. La boca le sabe a sexo, humo y alcohol. A su lado descansa una mujer desnuda cuyo nombre desconoce. Groupie. Una palabra algo despectiva aunque bastante cercana a la realidad. Ganado a la espera de ser sacrificado en el backstage. Su mánager criba quien es lo suficientemente atractiva como para entrar. A él le basta con un gesto para recibir cualquier tipo de favor sexual. Prostitución pagada con fama.
El aspecto de la habitación es caótico: muebles volcados, botellas vacías o rotas, restos de comida diseminados por todos lados, motas de cocaína sobre cualquier superficie plana. No se podría averiguar cuantas personas pasaron por allí esa noche. Sexo, drogas y rock&roll. Los tópicos, así como las generalizaciones, se basan en ciertos componentes de la realidad.
Una ducha le devuelve algo de vitalidad y le refresca las ideas. Observa su reflejo en el espejo del cuarto de baño. Una cara demacrada y consumida le devuelve la mirada. Piensa en lo que le espera al salir de ahí: desayuno, furgoneta, otro concierto, otra habitación de hotel.
Otro concierto donde dejará parte de su alma.
Otra habitación donde dejará parte de su vida.

Saludos

martes, 26 de enero de 2010

La historia más real de sus vidas (Relato)

Se conocieron en el instituto. Allí se originó la atracción mutua. Porque al principio fue sólo atracción. Conforme empezaron a relacionarse esa atracción se consolidó, fructificando en lo que se podría denominar un amor platónico.
Esta relación tan especial era más que evidente para sus amigos comunes, tanto por las innegables señales como por las revelaciones privadas de una y otro. A pesar de los esfuerzos de sus amigos por, digamos, sincronizarlos y así llevar a buen término su relación, diferentes motivos (normalmente relacionados con la aparición esporádica y nunca de larga duración de terceras personas) impedían tan a priori loable y beneficioso objetivo.
En diferentes ocasiones parecieron alinearse los planetas, pero lo que podían haber sido diferentes comienzos para un largo romance no fueron más que escarceos propios de la edad, eso sí, con un trasfondo mucho más profundo que el que ninguno de los dos fue capaz de reconocer al otro.
Sus carreras, universitarias y laborales, los separaron geográficamente aunque mantuvieron su amistad. Aprovechaban las ocasiones en las que coincidían en su ciudad de origen para verse y ponerse al día, manteniendo así ese resquemor de lo que pudo ser y no fue. Las personas que los conocían desde su época escolar seguían apostando porque terminarían juntos a pesar de que ambos mantenían relaciones estables desde hacía varios años. Por eso no les extrañó cuando por separado y siempre ante un sólo confesor reconocían ser amantes ocasionales pero con continuidad en el tiempo.
Sus amigos se alegraban de, por fin, ver cumplido ese sueño largamente postergado. Se les veía pletóricos de felicidad, insuflados de la vitalidad que otorga el estar viviendo un amor juvenil.
Lo que pasa con los secretos que conoce mucha gente es que terminan sabiéndolos todo el mundo, llegando así a oídos de sus respectivas parejas que, incapaces de luchar contra un amor de tan longevo recorrido, se vieron obligados a cortar por lo sano. ¿Quién, en su misma situación, no habría hecho lo mismo?
Como consecuencia, los protagonistas de esta historia se encontraron liberados, sin ataduras que les impidiesen oficializar y hacer público lo que había empezado en la clandestinidad de una habitación a oscuras, bajo las sábanas de una cama.
Decidieron vivir juntos, el paso lógico que cualquier relación de futuro da más tarde o más temprano. Para ello uno de los dos tenía que abandonar su puesto de trabajo. Fue el primer escollo a superar y fue decisivo.
Es irrelevante quién cediese. Esa concesión provocó el primer resquicio en algo que la experiencia de los años había demostrado sólido. Quítale a un perro su hueso y gruñirá.
La mierda se acumulaba mientras se sucedían las discusiones. Se arrojaban reproches y se defendían con sacrificios del pasado. Decisiones propias de antaño ahora eran usadas como arsenal con el que herir a la pareja, culpando al contrario de acciones y actitudes individuales, rasgando la envoltura racional de lo que siempre fue emocional y dañando con ello, repartiendo responsabilidades con derechos de propiedad sobre la autoría.
La rudeza de la realidad había destruido lo que quizá tenía que haber sido por siempre un anhelo.

Saludos

miércoles, 20 de enero de 2010

Medicación (Relato)

Tos seca. Escupe sangre en el fregadero. Cada vez que lo hace, y es a menudo, se acuerda de Constantine, esa película protagonizada por Keanu Reeves basada en una serie de cómics de la editorial DC/Vértigo. Ambos soportan la misma enfermedad: cáncer de pulmón. Aunque en su caso eso fue sólo el origen. Ahora ese cáncer está metastatizado.
Hace meses que recibió el desahucio médico. Dejaron de administrarle morfina para los dolores cuando esta dejó de hacerle un efecto real sin riesgo de sobredosis. Ningún doctor se atrevió a rozar esa línea que separa el exceso de celo profesional por evitar dolor y la eutanasia. Tampoco es que se lo reprochase: ningún cliente puede obligar a ningún trabajador a saltarse las leyes en su empleo.
Desde entonces empezó a "automedicarse" con marihuana "terapéutica". La había consumido de joven pero cuando comenzó su vida laboral abandonó el consumo pero mantuvo el hábito de fumar tabaco.
Puto tabaco. Ahora maldice cada cigarrillo que ha fumado en su vida. No es tan estúpido como para culpar exclusivamente al tabaco (¿alguien ha dicho polución?) pero es innegable que no le ayudó.
Lógicamente su consumo de marihuana no es el más habitual, sería prácticamente un suicidio. En su lugar hace infusiones. Siempre anda por casa con un vaso lleno de un líquido verdoso. La idea es permanecer colocado todo el día. Así se encuentra sedado, como si parte de su espíritu anduviese fuera del cuerpo.
Sabe que cualquier día morirá durante un horrible ataque de tos, falto de oxígeno mientras esputos de sangre salen disparados de su boca. Tiene interés por saber si toda esa historia del cielo y el infierno es real. Sería gracioso que fuese como en la película...

Saludos

lunes, 11 de enero de 2010

Conversaciones de autobús: orígenes

Desde que tengo uso de razón he viajado en autobús. Tanto viajes largos como trayectos cortos.
Mis padres no tenían permiso de conducir y cuando en verano subíamos a Ávila a visitar a la familia viajábamos del modo más económico posible: en ocasiones era el tren y otras muchas fue el autobús.
Obviamente la misma situación se daba para movernos aquí en Málaga. Siempre he tenido tarjeta de estudiante de la EMT para usar el transporte público. Rizando el rizo los años de secundaria iba al instituto en el autobús que ofrecía el centro.
Y la cosa viene de familia. Mis abuelos usaban casi diariamente el autobús y en igual situación se encontró mi madre en sus años de estudiante y se encuentra actualmente en su etapa laboral. Tanto es así que conoce a innumerables conductores, muchos de los cuales antes de que se implantasen las nuevas tecnologías ejercían la labor de revisores, un trabajo que sólo se mantiene a día de hoy en los trenes.
Durante todos estos años de usuario del autobús (tanto público como semi-privado) he sido testigo de flagrantes faltas de educación, de alguna que otra curiosa anécdota, de accidentes de tráfico y, el motivo de este artículo, conversaciones de toda índole.
Como se suele decir no todo el monte es orégano y me he visto obligado a escuchar barbaridades, aunque también han abundado los comentarios críticos o cómicos e incluso conversaciones serias e interesantes en las que habría participado de conocer a los contertulios.
Pero todo cambió con la llegada del iPod. Desde entonces elijo las conversaciones que quiero oír. No me gusta llevar la música excesivamente alta (cuando todos estéis completamente sordos por los auriculares yo sólo estaré algo sordo. Ahora imagináos una risa malvada y tendréis el efecto completo) por lo que puedo escuchar lo que se cuece a mi alrededor: si es interesante aplico el oído y obtengo perlas y si no lo es subo un par de puntos el volumen y vuelvo a estar aislado.
Si queréis llamarme cotilla no tengo defensa, eso sí, cotilla selecto. No escucho por escuchar. Busco relevancia en las conversaciones de autobús. Y creedme que no es fácil.
Saludos

domingo, 3 de enero de 2010

LI

-"El mundo de las cabezas"

-"Tenía la edad suficiente como para quemarle el coche"

-"Con dos no es engañar porque menos por menos es más"

-"I tried to be perfect but nothing was worth it" Sum 41 - Pieces

Saludos