domingo, 13 de febrero de 2011

Equivocados

Eran tan tontos que necesitaban ocupar dos asientos cada uno. Apoyando los pies en uno de ellos como perfectos gilipollas.
Copias malas y baratas de Cristiano Ronaldo, todos con el mismo peinado, el mismo tipo de ropa y la misma cara de idiotas. Con la actitud de macho alfa graciosillo, de ese tipo de humor basado en el insulto fácil y en el vacile, totalmente carente de ingenio y, por supuesto, a voces.
Chavalines haciéndose los mayores y duros, asustados del mundo que los rodea, incapaces de comprenderlo o de saber manejarse en él, escudándose tras una barrera de estupidez y de sentimiento de grupo, barrera que les impide ver que, tarde o temprano, se darán de bruces con la realidad.
Tan inseguros de si mismos que, al pasar un grupo de bellas señoritas, claramente fuera de su alcance en primer lugar por el hecho de tener distintos idiomas nativos, sólo son capaces de comportarse como seres primitivos, profiriendo distintos tipos de sonidos y gruñidos más propios del mundo animal que del evolucionado ser humano.
Para completar el cuadro sólo faltaba uno de ellos poniendo música a través del altavoz de su móvil.

Saludos

miércoles, 9 de febrero de 2011

Oración 5

Déjalo todo al azar y nunca pasará nada. Como si la lotería le tocase a alguien que no compra boletos.
La fina barrera entre el interés y la obsesión.
Completos desconocidos que se sientan uno frente a otro y hablan ¿de qué?¿Tus intereses y los míos?¿Vaguedades en vez de verdades comprometedoras?
Parejas que buscan alguien nuevo en sus vidas para sustituirse como el que busca un trabajo mejor mientras está currando.
La importancia de leer. Dedicar el tiempo libre a aquello con lo que disfrutas. Nada tan absurdo como auto imponerse la lectura porque es lo adecuado.
Demasiadas cosas que hacer y demasiadas pocas ganas. Comodidad. Y hablo de todos. ¿O es que no hay nada que hacer, nada que cambiar?
Tengo momentos, como todos.
Hay ocasiones en las que el ambiente se enrarece y notas que puede pasar algo, como un sentido arácnido poco agudizado.
Borde sin premeditación y sin intención. "Adiós, simpático". Inoportunas las veces que no pienso lo que digo. Las risas posteriores lo compensan. Aunque se fueron cabreadas no por ello dejaba de llevar razón. Me perdió la forma tan cortante. Una noche más, una anécdota más. Sé de alguien que se reirá con esto. Otra risa que compensará.
Un bloc blanco del que consumo hojas a un ritmo demasiado bajo. Manuscritos que, si en el futuro valiesen algo, habrán desaparecido para entonces. El cuento de la lechera.
Cuando escribo este tipo de cosas no temo repetirme. Simplemente crearía un tema recurrente.

Saludos

lunes, 7 de febrero de 2011

¿A qué venís?

¿Qué os motiva a consultar, más o menos esporádicamente, si en esta página he dejado algo nuevo?
En algunos la respuesta está clara: la amistad. Aunque eso provoque la suficiente confianza como para pasar totalmente de mí y no visitar este blog aunque os ponga el enlace en todos los sitios posibles. O te haga llegar a pactos absurdos para asegurarte la visita de amigos flojos.
¿Será que encontráis respuesta a preguntas autoformuladas, repuestas a vuestras plegarias, una voz que os acompaña en la soledad? Siento deciros que si es así lo que necesitáis no es visitarme sino acudir a un psicólogo. O drogaros que es más rápido e igual de caro.
¿Buscáis seriedad dentro de el vasto mar de superfluidad e insustancialidad que es Internet? Entonces dejad de leer esto y pasar a otro post.
¿Es posible que el estilo resultante de la manera que tengo de enlazar palabras os resulte atractivo? Gracias, pero hay cosas mejores que leer. ¿Alguien dijo clásicos?
¿Es sólo un entretenimiento, algo con lo que desconectar, otra pérdida de tiempo? ¿Por qué creéis que escribo? Sois de los míos.
Si habéis llegado recomendados le debo una cerveza a alguien y si habéis llegado por un enlace no creo que leáis esto así que no creo deber nada.

Por si no está claro, esto es una bobada fruto del aburrimiento.

Ahora quizá os sintáis engañados.

Saludos