lunes, 25 de junio de 2012

LXXV

-"Porque si algo tengo claro es que no vivo con bulla y que hasta la fecha no ha existido mejor compañía que la tuya"  Tote King - El tendedero con Chico Ocaña

-"'I'm prepared for the worst and just hope for the best"  The ILLZ - Faded/Los Angeles

-"Porque estés buena no voy a darte coba, está claro"  Freshmakers - Oh Yeah

-"Él tiene dos caras: la una pa' la calle, la otra pa' tu cama"  Chico Ocaña - De calle

martes, 12 de junio de 2012

LXXIV

-"Tíos como nosotros, morenos, con los ojos castaños y las cejas y el pelo oscuros, hay montones en todo el mundo. Los hay a patadas. Es como todo. La masa crea indiferencia, y la abundancia genera aburrimiento. Así que los morenos bajan de categoría, pasan a la etiqueta calidad ordinaria. Para que te hagas una idea, es un poco como las patatas de Gauthier en comparación con los dátiles en cestillos. ¿Me pillas? O sea, que para que entiendan que, en esta tierra, cada moreno de ojos castaños -no digo los morenos de ojos azules, ojo a la diferencia-, que cada moreno de ojos castaños tiene algo de singular, excepcional, magistral, igual que el rubio de ojos azules, pues hay que romperse los cuernos. Lo mismo pasa con las morenas. Todos estamos en el mismo saco. Mercancía corriente. Somos del montón, sin más. El montón de los morenos. El enorme montón mundial de los morenos. El cajón de sastre. Al lado están los cestillos de rubios de ojos azules. Pues claro que el cestillo llama la atención, claro que el moreno se lleva un chasco.
No olvides nunca que un día, un degenerado quiso hacer subir el estatus de los cestillos poniéndolos a la cabeza del mundo. Hay que luchar por el advenimiento del montón universal. Eso será la humanidad. Pero entretanto, desde los más hondo del culo del gran saco de los morenos -porque cuando no tienes ni un céntimo, te hundes además en las profundidades del saco, tenlo en cuenta-, entretanto, nosotros, los morenos, inmersos en la anhelante melé, tenemos que gritar para que perciban nuestros destellos. Tenemos que esforzarnos, tenemos que pulir las sutilezas de nuestro ingenio como si se tratara de encaje. Y esto es algo que se ignora en los cestillos"  Fred Vargas & Baudoin - Los cuatro ríos

-"He descubierto que todas las desgracias del hombre proceden de una sola cosa, que consiste en no saber permanecer sin hacer nada en una habitación"  Fred Vargas & Baudoin - Los cuatro ríos

-"Y aún cuando expire mi vida perdurarán todos mis párrafos"  Hablando en Plata - El blues de los más buscados con Elphomega

-"Creelo, no necesito mucho más que esto"  Tote King - Como en casa

Saludos

domingo, 10 de junio de 2012

Efemierdes

Podría escribir sobre la publicación número 200 (esta que estáis comenzando a leer) pero esto no es una serie, en cuyo caso tendría dos opciones: episodio recopilatorio o hacer que Homer se presente a concejal de basuras y se cuele en un concierto de U2 para promocionarse.
Podría equivocarme y escribir que este es el post 300 y tener que cambiar la referencia a Los Simpsons al darme cuenta de mi error.
Podría comentar que empieza a hacer calor, con los primeros días de terral (un desagradable aire caliente que, al contrario de lo que la gente piensa, no viene del desierto sino del interior) aquí en Málaga, pero estaría cometiendo el mismo error que critico de los telediarios. Se acerca el verano y cada vez hace más calor. Vaya noticia.
Podría hablar de la época de exámenes en la que me hallo inmerso, decir que estoy muy agobiado, que me paso casi todo el día estudiando pero os estaría mintiendo. Eso sí, que quede claro que estudiar, estudio.
Podría hacer otra publicación de esas tristes, introspectivas, en las que cuento cosas que quiero contar y normalmente no cuento. Sé que a muchos (aventurado decir muchos en un blog con no más de ¿30? lectores habituales) os gustan, pero eso haría que este blog se acercase cada vez más al diario de una adolescente.
Podría hablar de la situación económica de España o del empate a 1 contra Italia, pero esto no es un blog de actualidad. Leed un periódico si queréis estar informados.
Podría contaros que uno de los cactus que tengo junto a la pantalla del ordenador se ha secado y he tenido que arrancarlo, pero no creo que os interese. Además ya está todo contado. Si pudiese alargar una historia como esa sería un maldito genio de la literatura.

Por eso he preferido hacer esto y terminar con una sonrisa en la boca, al releer todas mis pamplinas.

200 saludos.

lunes, 4 de junio de 2012

Soldados (Relato)

Somos un ejército muy numeroso. Nuestro entrenamiento es corto e intenso. Estamos siempre alerta, siempre preparados: nunca sabemos en qué momento marcharemos al frente. Lo único que sabemos es que nadie ha regresado. Jamás.
Qué nos espera cuando abandonamos los barracones es un misterio. Se oyen rumores e historias pero ¿es que alguien ha vuelto alguna vez para confirmarlas?
Hasta el día en que nos toca dirigirnos hacia la batalla.
Mientras avanzamos se nota la tensión a nuestro alrededor. Cada vez hace más calor, pero nadie baja el ritmo. Somos muchos y nos movemos juntos, como fluye el agua de un río.
Tras lo que parece una eternidad, pero no han sido más que unos minutos, la marcha se acelera y nos damos cuenta de que empieza lo complicado.
Nuestro equipamiento es nulo: contamos con nuestro cuerpo y nuestra cabeza, y creedme si os digo que la cabeza no es lo más necesario para seguir adelante.
Conforme nos adentramos en terreno enemigo notamos que estamos en territorio hostil, incluso el ambiente ha cambiado: hace aún más calor si cabe y el aire se nota ácido.
Veo caer compañeros a mi alrededor, a tantos que no podría ni aproximar un número. Pero nadie nos ataca; es este sitio el que acaba con nosotros por si solo. El resto seguimos sin mirar atrás. Sabemos por qué estamos aquí y estamos dispuestos a ello.
El camino es largo y sufrido pero llegamos suficientes para acometer la conquista de la fortaleza. Es un ataque frontal y masivo. Nos lanzamos en bloque tratando de acceder por todos lados. Los que llegan primero quedan atrapados en las paredes viscosas de la fortaleza. Para continuar con el asedio nos vemos obligados a esquivar y apartar los cuerpos yacentes de nuestros compañeros.
Es entonces cuando los supervivientes tomamos conciencia de que esto es una misión suicida para todos, que a los sumo uno o dos de nosotros logrará acceder a la fortaleza y enfrentarse a lo desconocido una vez más. Sin embargo, esta inevitabilidad no nos hace desistir y seguimos intentado hacer brecha, cada cual en su propia batalla personal.
Compañeros siguen desfalleciendo junto a mi, dándose por vencidos extenuados por el esfuerzo. Sigo empujando, empujando, solo para que, cuando creo que no puedo más, la pared se raje frente a mi y me permita meter la cabeza.
Recobro fuerzas. Sigo empujando.
Estoy dentro. Lo he conseguido y sé que seré el único, a pesar de que el puñado de compañeros que siguen fuera no dejan de intentarlo.
Es entonces cuando lo veo. No es como yo, pero es lo que veníamos buscando. Lo se porque me atrae, porque lo atraigo. Nos crearon para el momento definitivo en el que nos encontramos. Juntos seremos algo hermoso.
No nos unimos, nos fusionamos. Pero no pasamos a ser uno; nos convertimos en otro, algo totalmente distinto a nosotros, pero en parte nosotros.
Pierdo la conciencia.
Espero que este "otro" consiga ver la luz.


Saludos