viernes, 26 de octubre de 2012

Maridaje

Siempre escucho música mientras escribo (excepto las veces en que no lo hago). Una manera como otra cualquiera de intentar potenciar la creatividad.
Ocasiones como la que me ocupa, escribo mientras escucho música. Una manera como otra cualquiera de pasar el rato.
Escuchar música y escribir. Retroalimentación. Maridaje.
Cuando los dedos, involuntariamente, por falta de ideas, se paran, la música da un paso al frente para indicar el camino a seguir.
Cuando los oídos, siempre atentos, necesitan concentrarse en la canción que suena, los dedos, ahora voluntariamente, se paran, intentando no estorbar en temas ajenos.
La música se filtra e impregna mi escritura en forma de frases prestadas, sensaciones y ritmos. Desgraciadamente mis palabras, en negro sobre blanco, todavía no han servido de inspiración a ningún músico (al menos que yo sepa).

De un tiempo a esta parte junto palabras sin pretensiones, sin objetivos sobre lo que contar y con total flexibilidad.
A veces no sale nada de lo que sentirse orgulloso, pero todo te representa.
Suficiente.


Saludos

miércoles, 24 de octubre de 2012

Nubes de tormenta

Encargos ajenos me llevan de vuelta al lugar donde observé a la gente moviéndose con prisa hacia sitios sin importancia para hacer cosas sin importancia.
Un puñado de días después el entorno no ha cambiado, yo soy el mismo, pero todo parece distinto.
Como una filosofía de vida trato de flotar sobre la realidad, y no esquivo a los transeúntes; navego, fluyo, me deslizo entre ellos.
Son las nubes de tormenta, generalmente imaginarias, las que me hacen acumular bilis en la boca.
Y como un chalado bipolar ignoro la mal disimulada estupidez de cada comportamiento.

Aquello de que depende del cristal con el que se mire, supongo...

Saludos

martes, 16 de octubre de 2012

Ovejas

Uno de esos días en los que la bilis se acumula en la boca...
Observo a la gente moviéndose con prisa hacia sitios sin importancia para hacer cosas sin importancia.
Descubro la mal disimulada estupidez en cada comportamiento.
Esquivo a los transeúntes asqueado de estar aquí y ahora.
Casi deseando que algo encienda la mecha y explote.
Creyéndonos semidioses en un mundo de animales. Nada más que ovejas.

Tras terminar encargos ajenos y tareas propias, me encuentro moviéndome con prisa para llegar a casa y aislarme. Mi sitio sin importancia. Mi cosa sin importancia.


Saludos

lunes, 15 de octubre de 2012

Graznido: Si habiendo sitio de sobra...








Si habiendo sitio de sobra en el autobús, tu pareja y tú os sentáis en un asiento individual en vez de en dos contiguos, no sois románticos, sois del género tonto.








sábado, 13 de octubre de 2012

Una televisión encendida (Relato)

-No te esperaba a estas horas.
-Ya, bueno... No sabía muy bien qué hacer. Supuse que seguirías despierta.
Sin contestar, ella entra en su casa y se sienta directamente en el sitio del sofá que ocupaba antes de que él llamase a la puerta, se quita las zapatillas y, encogiendo las piernas, se acomoda. Sin dejar de mirar a su, aunque anhelada, inesperada visita baja el volumen de la televisión y suelta el mando sobre la mesa, de la que coge un cigarrillo de liar apagado y un mechero. Ha dejado la televisión encendida a conciencia; una vía de escape, algo a lo que mirar cuando no sea capaz de mirarle.
Él la ha seguido hasta el salón como un autómata seguiría a su dueño. De pie en el quicio de la puerta la ve acomodarse como, deduce, estaría acomodada antes de su llegada. Sin saber muy bien por qué, como si estuviese cansado por algo, se pone en cuclillas junto a la mesa que los separa y así se queda esperando a que sea ella la que comience a hablar.
-Te puedes sentar si quieres.
-No te preocupes, estoy bien así.
-No me preocupo.
Son muchos los años que hace que se conocen, y algunos menos desde que mantienen una relación sentimental. Qué tipo de relación es algo que ninguno de los dos sabría etiquetar de manera precisa, pero es más el tiempo que pasan juntos que el que pasan con otra gente.
-Estás enfadada.
A pesar de ser algo evidente para ambos, la formulación de esa acusación por su parte es algo que la ofende profundamente.
-¿Cómo esperabas que estaría?
-La verdad es que no lo había pensado.
Sus palabras, deliberadamente cautelosas e inconscientemente mal interpretables, ocultan las ansiosas ganas que tiene de pedirle perdón, de consolarla, abrazarla, de escuchar todo lo que tenga que decirle. Sin embargo sigue ahí, en cuclillas, jugueteando con un librillo de papeles de fumar que está en la mesa.
-¿Para qué has venido? Estaba a punto de acostarme.
Cada bocanada de humo que exhala va acompañada de un profundo resoplido; un intento de controlar su respiración y no explotar en gritos o llanto.
-No sabía muy bien lo que hacer. Ha sido algo mecánico. Cuando me he querido dar cuenta estaba llegando a tu barrio. Algo me decía que tenía que estar aquí.
En ese momento ella agradece no haber apagado el televisor. Un par de lágrimas brotan de sus ojos y no tiene por qué seguir mirándole.
-Pues ya estás aquí.¿Ahora qué?
Ella no va a hacer nada. Suceda lo que suceda esta noche será él quien tenga que tomar la iniciativa. Según ella se lo merece como castigo; para él es algo que se tiene merecido y que acepta como penitencia.
-¿Cuanto tiempo hace que nos conocemos?¿Nueve?¿Diez años? Durante todo ese tiempo te he querido, de diferentes maneras y con distinta intensidad, pero siempre hemos estado uno junto al otro. Nunca he hecho nada que supiera que podría hacerte daño, y si alguna vez te lo he hecho asumo mi responsabilidad, pero en ningún caso habrá sido a cosa hecha... Por favor, no estés enfadada conmigo... Por favor...
De la misma manera orgánica en que uno se despierta un par de minutos antes de que suene el despertador, así recuerdan por qué quieren al otro.
Ella nunca ha conocido a un hombre con la bondad y la honestidad tan a flor de piel como él.
Él sabe que sólo con ella es capaz de expresar sus inquietudes y anhelos sin miedo a la incomprensión.
Sólo les quedaba asumir que, a pesar de su innegable y felizmente cómoda idoneidad, sus humanas imperfecciones les harían enfrentarse a noches como aquella; noches en las que únicamente manteniéndose juntos podrían sacar fuerzas para solucionar sus problemas.


Saludos

lunes, 8 de octubre de 2012

LXXVIII

-"Tú no me miras, tú no me amas, tú te metes adentro como una puñalada"  Mártires del Compás - Tu hielo

-"Durante las épocas de tranquilidad, todos los administradores se imaginan que sus administrados viven únicamente por las atenciones y los cuidados que ellos les prodigan y en aquella conciencia de su necesidad encuentran la mejor recompensa de sus esfuerzos y de su trabajo. Mientras el océano histórico se mantiene encalmado, el administrador, en su pequeña lancha miserable que hace mover a remolque del gran barco del pueblo, cree que es él quien hace avanzar el buque que le lleva a rastras. Pero cuando estalla la tempestad y el mar agitado pone en peligro la estabilidad del buque, el error ya no es posible. El barco sigue abriéndose camino a través de las olas agitadas, y el administrador, en su frágil barquilla, tiene que convencerse que sus débiles remos no sirven para nada y que él mismo es un hombre nulo, inútil, sin ningún poder"  León Tolstói - Guerra y paz

-"Uno se imagina casi siempre que cuando sale del camino trillado todo está perdido y, en cambio, es entonces cuando aparecen la Verdad y la Bondad. En tanto dure la vida existe la felicidad"  León Tolstói - Guerra y paz

-"This is a lyrical combat. Gentlemen, hold your pistols"  Eminem - Just Don't Give a Fuck


Saludos

miércoles, 3 de octubre de 2012

Oscura vida (Haiku)

El sol ya brilla.
Las retinas quemadas.
Oscura vida.

Sólo recuerdos.
Más lágrimas saladas.
Oscura vida.

Dónde buscarte.
Soy un niño perdido.
Oscura vida.

La felicidad
a millas de distancia.
Oscura vida.

Hubo un tiempo,
pero ya ha pasado.
Oscura vida.

La última luz,
infinita soledad.
Oscura vida.

Su piel cálida,
su tacto olvidado.
Oscura vida.

Todo el dolor.
Pisar cristales rotos.
Oscura vida.

Nunca olvides
que sólo yo te quise.
Oscura vida.

¿Mi despedida?
Música de trompetas.
Brillante vida



Saludos