miércoles, 26 de diciembre de 2012

LXXX

-"A la gente le cuesta pensar"

-"¿Se puede armar el taco en un campo de golf?"

-"When you said your last goodbay I died a little bit inside"  Kodaline - All I Want

-"Quisiera amarte siempre: eso jamás lo dudes. Quisiera darte el cielo para que volaras, niña, entre mis nubes y yo volara entre tus labios, proscrito del favorito delito que no han descrito los sabios"  Rapsusklei - Una lágrima



Saludos

domingo, 23 de diciembre de 2012

El día del fin del mundo

El día transcurre según lo previsto: tras la rutina, el alcohol y el cansancio se acumulan en tu cuerpo, poco a poco, pero sin parar. Mientras, haces lo posible para que en los siguientes días se produzca una buena noticia, algo que reseñar, algo con lo que ilusionarte. Cuando te acuestas, rendido, lo haces esperando dos cosas: descansar y una respuesta. Comprobaras ambas cosas a la mañana siguiente.
Las profecías apocalípticas han vuelto a fallar.

Te despiertas y todavía no lo sabes, pero una parte de tu mundo, efectivamente, ha llegado a su fin. Era una parte ilusoria, apenas cimentada, un castillo de naipes, pero una parte que sentías cobrar importancia. Desapareció con un movimiento de dedos, poco más que un chasquido. Algo limpio y quirúrgico, doloroso como una operación.
Otras profecías, estas de andar por casa, previsiones de conversación telefónica, también han fallado.

Adiós pequeña, adiós.

domingo, 16 de diciembre de 2012

VIP (Relato)

-¿Qué hacía en la sala VIP de aquel local?
-Supongo que, como todos los que estábamos allí, fui con mi novia y varios amigos a ver el concierto. Si se refiere concretamente a la sala VIP el caso es que conozco a uno de los dueños del local. Por lo que me contó habían tenido problemas con las entradas y se habían vendido de más, por lo que para descongestionar la zona general los dueños pasaron a sus amigos a la zona VIP, entre ellos la gente con la que iba y yo.
-¿Conocía de algo al señor Ramiro Jiménez, el otro denunciado?
-Aquella fue la primera noche que lo vi.
-¿Cómo se conocieron? ¿Hablaron de algo?
-Mi novia estaba sentada en un taburete, como los de los bares, y teníamos nuestras chaquetas colgadas del respaldo. Con algún movimiento la chaqueta de mi novia se cayó al suelo sin que nos diéramos cuenta. Ahí fue cuando conocí al tal Ramiro: él la recogió del suelo y me la dio. No llegamos a hablar de nada, simplemente le di las gracias y él me levantó el pulgar como diciendo "No hay de qué".
-Y al señor Luís Prieto, el denunciante, ¿lo conocía?
-Nunca lo había visto en mi vida. Lo sabría porque es alguien que no pasa desapercibido ¿no cree?
-Supongo. Pero continuemos: después de que Ramiro Jiménez le devolviese la chaqueta ¿qué pasó?
-Volví a colgarla del respaldo, esta vez con más cuidado, para que no volviese a caer. Luego seguí atento al concierto, sin más.
-¿Qué hacía mientras tanto Ramiro Jiménez?
-Bueno, como le he dicho yo estaba atento al escenario, pero había ratos en los que me tapaba la vista la gente que estaba delante mía. Eché una ojeada alrededor y lo vi abrazándose efusivamente con otro tipo. Supuse que sería algún amigo o algo así.
-¿Sólo eso? ¿No molestaba al señor Prieto o hablaba con él?
-Al menos no de forma directa. Como le digo estaba abrazándose con un amigo y ambos visiblemente borrachos, por lo que se tambaleaban peligrosamente, pero sin ninguna maldad.
-¿Fue entonces cuando empezaron los problemas?
-Pues si. En uno de sus tambaleos chocaron con el otro tipo, derramándole completamente su copa. Desde el primer instante se notó en su cara que no le había gustado nada. Los otros dos mientras tanto ni se habían dado cuenta.
-¿Quién comenzó el enfrentamiento?
-Al que le tiraron la copa. Se encaró con los otros dos y empezó a gesticular y a gritar, aunque con la música tan alta no pude escuchar lo que decía.
-¿Cómo se desarrolló la pelea?
-Los dos amigos iban bastante borrachos, así que cuando vieron a aquella mole braceando a su lado lo tomaron a risa y empezaron a descojonarse. Aquello no pareció sentarle bien al otro tipo que cada vez estaba más enfadado. Cuando los otros dos dejaron de hacerle caso, su enfado llegó a algún límite y empezaron los golpes: cogió al amigo de Ramiro, lo giró hacia él y lo tumbó de un puñetazo. A Ramiro no le di tiempo a reaccionar cuando ya lo tenía agarrado y comenzó a golpearle en la cara una y otra vez sin soltarle de la camiseta. Colgaba de su mano como un muñeco de tamaño real.
-Y ahí fue cuando usted intervino, ¿cierto?
-Cierto.
-¿Qué hizo usted exactamente?
-Bueno, apenas tuve tiempo de pensarlo: a un par de metros le estaban pegado una paliza mortal a un tipo que no se la había ganado. Por instinto bajé a mi novia del taburete, lo cogí por la patas y con la inercia de mi movimiento golpeé con todas mis fuerzas al tipo. Si no recuerdo mal le di de lleno en la cabeza, un poco por encima de la oreja. Sólo esperaba desconcertarlo, aturdirlo quizá, pero lo noqueé. Supongo que no pensé en el daño que podría causar.
-¿Por qué lo hizo? ¿Por qué intervino de esa manera en una pelea que no iba con usted, entre dos desconocidos?
-Verá, puede parecerle una estupidez, y ahora en frío fue a todas luces una equivocación, pero Ramiro había recogido la chaqueta de mi novia, un gesto de cortesía con unos desconocidos, y a mi me han educado para devolver los favores...



Saludos

martes, 11 de diciembre de 2012

Una sonrisa estúpida (Relato)

-Persigues fantasmas. Sombras, si quieres.
Tenían razón. Siempre fui un soñador, uno de esos alocados ingenuos que buscan no saben muy bien el qué, pero que cuando encuentran aquello que no esperaban, se aferran a ello para disfrutarlo más allá de lo posible.
-Es fácil vivir sin sueños.
Esa era mi contestación, siempre. Es fácil caminar por este valle de lágrimas que dicen que es la vida sin más objetivo que sobrevivir y mantener a buen resguardo las  migas de pan que, como hormigas, hemos guardado durante el verano a la espera del duro invierno.
Lo difícil es levantarse cada mañana con una sonrisa estúpida en la cara, no porque vayamos a conseguir nada ese día, sino porque cuando la noche vuelva a vencer al día y caigamos rendidos en la cama, habremos hecho lo posible por propagar la llama de nuestra ilusión.

Y así es como los sueños se mantienen y se forjan, con la mera esperanza de que en algún momento de nuestra existencia y gracias a haber trabajado nuestra fe, las cosas, simplemente, echen a rodar.


Saludos

Especial dedicación a aquellos que, a pesar de haber dejado de perseguir (momentáneamente) sus sueños, no han dejado de alimentarlos.

viernes, 7 de diciembre de 2012

La ventana indiscreta (Relato)

El tipo se pasaba el día entero mirando por la ventana: desde el amanecer hasta el anochecer. Las cálidas noches de verano, incluso más tiempo.
Al principio pensé que solo era casualidad: las veces que yo me asomaba a la ventana, bien porque escuchaba algún ruido o simplemente algo me llamaba la atención, o que salía al balcón para tender ropa o regar las plantas lo podía ver en el bloque de enfrente, sentado en una silla de mimbre con unos cojines floreados con el color perdido por los años y el sol. Siempre en la misma ventana, siempre sentado en la misma dirección.
Sin embargo, a fuerza de comprobarlo, me di cuenta de que simplemente estaba allí todo el tiempo, mirando por la ventana sin más. Cada rato cambiaba de posición, parecía acomodarse y continuaba con su labor de vigilancia sin sentido.
Durante días me pasé horas observándole, intentando descifrar algún comportamiento extraño más allá del mundano hecho de sentarse en una silla junto a la ventana. Reproduje sus horarios para que no se me escapase en ningún momento. Como los policías de las películas que hacen del coche su casa durante una vigilancia, la habitación desde la que mejor podía observarle se convirtió en el único sitio en el que pasaba mi tiempo, siempre atento a cualquier signo delator.
Casi se convirtió en un quebradero de cabeza descubrir qué hacía siempre allí. Me montaba películas e historias, algunas realistas y algunas descabelladas: algún tipo de desorden mental, una espera por la persona amada (como en aquella canción de Maná), un miedo irracional a algo o alguien...
En absoluto estaba preparado para la explicación que él mismo me contó.
Un día decidí acercarme a su casa para resolver el enigma. Comprendí que era ridículo esperar a que algo pasase, era yo el que tenía que cambiar las cosas.
Crucé la calle y subí al piso que había contado desde mi casa. Cuando toqué a la puerta lo hice con cierto temor de lo que podría encontrarme: qué historia triste o loca me esperaba al cruzar ese umbral.
Para mi sorpresa, el hombre que abrió la puerta, el mismo al que llevaba días observando, lo hizo con una cortesía exquisita y con un aspecto perfectamente normal. Obviamente no me conocía, por lo que me dispuse a contarle la excusa que llevaba preparada, en parte verdad en parte ficción: que por casualidad le había visto varios días (no le dije cuantos días) sentado en el mismo sitio y que, ante la posibilidad de que necesitase asistencia médica, me había acercado para ver si todo iba bien.
-¡Oh, no, no, no!- dijo riéndose -Es usted muy amable, pero no tenía por qué preocuparse. Sígame y le explicaré.
Entré con él a su casa y me condujo hasta la ventana en la que le veía siempre sentado. Desde allí también se podía ver mi casa y la ventana desde la que le observaba, pero la silla estaba encarada en otra dirección.
-Mire en ese bloque- señalaba con su dedo un edificio al otro lado de la carretera, varios portales calle abajo -Ahora fíjese en el tercer piso, la ventana que hace esquina. ¿Ve a ese hombre sentado mirando hacia la calle? Pues no se lo va a creer pero ¡se pasa el día ahí sentado! ¡Todo el día! ¿No le parece extraño? Llevo un tiempo observándolo y todavía no he averiguado por qué lo hace, pero con el tiempo lo averiguaré.
Mi cara debía reflejar exactamente lo que sentía: una mezcla entre asombro y miedo por su evidente locura. No por su locura, sino por lo cerca que había estado de ser también la mía. El tipo, tan enfrascado como estaba contándome los horarios de su observado, no pareció percatarse de la extrañeza en mi rostro.
No recuerdo la excusa que balbuceé para salir de allí pitando, pero antes de que pudiera darse cuenta yo bajaba las escaleras con la esperanza de olvidar para siempre aquella extraña cadena de la que casi me convierto en un eslabón.



Saludos

domingo, 2 de diciembre de 2012

Saque y volea

Brotes verdes reviven en esta tierra antaño árida y hostil. Eso me obliga a pensar mi estúpida alegría.
Los consejos y maneras aplicados parecen dar sus frutos después de una distancia dilatada en el tiempo que, una vez más, parecía insalvable.
Igual que con lo que me espera dentro de dos meses, debo evitar las expectativas. El cuento de la lechera y todo eso.
No es día de parrafadas. Es día de susurrar acontecimientos y resguardarse del frío.
Juego corto y al pie. Saque y volea.
Y el que lo pueda entender lo entenderá.


Saludos

Especial dedicación al hombre cuyos consejos han motivado los recientes acontecimientos.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

LXXIX

-"¿Qué lenguaje puedo usar para que entiendas que lo que más me importa es lo que más me cuesta contar?"  Doc Diamond - Sunshine Kids con Elphomega y Poli124

-"Prefiero comer bien a tu mierda de cocaína"  Tote King y Shotta - Big Guns con C.Terrible

-"Haré lo que quiero que me hagan, ya ves. Voy a amar de verdad, sinceridad, voy a ser fiel. Haré las cosas si pensar, cabeza loca, si siento que se me sale el corazón por la boca. Voy a ser fuerte tiraré pa'lante aunque eso me cueste. Voy a darle un beso a mi madre antes de que se acueste"  Tote King y Shotta - Voy a...

-"El indecoroso traqueteo de los tacones de los hombres y el restregar de sus suelas contra el suelo le recordaron el grado de cultura que le diferenciaba de ellos. Sólo conseguiría hacer el ridículo si les citaba una poesía que no pudieran comprender. Pensarían que estaba evidenciando su mejor educación. Fracasaría con ellos como había fracasado con la muchacha en la despensa. Había adoptado un tono equivocado. Todo su discurso era una equivocación del principio al fin, un absoluto fracaso."  James Joyce - Dublineses: Los muertos


Saludos

lunes, 26 de noviembre de 2012

Graznido: Cuando veo un grupo de señoras...









Cuando veo un grupo señoras venir hacia mí andando por la calle y sé (porque se sabe) que no se van a apartar, intento, al pasar por su lado, golpear con mi codo el bolso de alguna de ellas. Para que se asusten.









lunes, 19 de noviembre de 2012

La pareja del autobús

Montan en el autobús como desconocidos, sin embargo él se sienta en paralelo a ella, no en el asiento contiguo (ella está sentada junto a la ventana) sino el del otro lado del pasillo y la mira directamente, todo su enorme cuerpo girado hacia ella, con sus piernas estorbando el paso, tanto que tiene que sentarse de forma natural para permitirme sentarme en los asientos finales del autobús.
Me inquieta la actitud de ambos y la discordancia de sus cuerpos. Como ya he dicho él es enorme, cerca de los dos metros y muy por encima de los 100 kilos. Se comporta torpe, nervioso, casi perturbado. Ella es menuda, poca cosa. Discreta, hace como que no lo ve, ignorándolo deliberadamente.
La cosa comienza a preocuparme cuando, sin motivo aparente (aunque acorde a su comportamiento errático), él cambia su asiento por el que está al lado de ella. Ahora, la abismal diferencia de sus cuerpos se hace más patente si cabe (yo estoy sentado justo tras ellos).
Me fijo en su cara (la de ella no puedo verla) mientras sigue mirándola, aunque por momentos vergonzoso, agache la cabeza. No parece demasiado inteligente, casi como un perro buscando la aprobación de su amo tras una trastada. Creo adivinar una bondad turbia en sus gestos, de ese tipo de gente que es buena hasta que, a fuerza de collejas en el colegio, cuando se cabrea lo hace con escándalo.
No soy el único que se ha fijado en el chaval. El pasajero que se sienta delante de ellos se gira de vez en cuando para vigilar la escena. Para entonces el chaval apoya sus brazos, y sobre estos su cabeza, en el respaldo del asiento que tiene frente a él. Es en ese momento cuando un gesto delata que se conocen: ella le da unos golpecitos en la pierna, atenta a que la posición adoptada por su compañero parece importunar al pasajero vigilante.
Él, perro reprendido por su amo, se sienta formal, con la espalda pegada al respaldo.
Ella, comprensiva y dispuesta a solucionar lo que quiera que haya pasado entre ellos, apoya cariñosa la cabeza en su hombro mientras le abraza el brazo. Hasta yo puedo sentir que todo va bien. Una conversación (su relación normal) se reinicia orgánicamente, con naturalidad.

Podría quitarme los auriculares y escuchar su conversación, descubrir la relación que los une o comprobar si el tono de sus voces demuestra lo mismo que sus gestos.
Pero hay gestos que por sí mismos merecen un texto.

Saludos

lunes, 12 de noviembre de 2012

Atardecer (Relato)

-Desde aquí se disfrutan unos atardeceres preciosos.
La casa, construida hacía varios años en lo alto de una colina, tenía unas privilegiadas vistas al mar y, efectivamente, los atardeceres que desde allí se podían observar eran dignos de ser vistos.
Sin embargo, el asunto dentro de la casa estaba mal de veras.
El propietario, un promotor inmobiliario abocado a la bancarrota, necesitaba vender urgentemente la casa que se había construido para su disfrute y retiro, cuando este llegase. Había dedicado a este, su proyecto personal, más tiempo que a cualquier lucrativo negocio. Se imaginaba a sí mismo, en un futuro lejano, viviendo en esa casa con su familia y compartiendo su vida en ella con una mujer en concreto.
Esa mujer en concreto, y aquí viene lo triste, es la misma a la que le estaba ofreciendo su casa. A ella y a su prometido, para ser más exactos.
A pesar de que se conocían desde hace años, tantos como duraba su amistad, y a que en ciertos momentos habían tenido acercamientos más o menos serios según la situación, nunca habían concretado su relación, dejándola por mero conformismo, en una sana amistad.
Pero, al igual que ocurre cuando a un niño le quitas un juguete, cuando vio que su relación iba en serio y que, finalmente, ella terminaba comprometiéndose, los sentimientos que permanecían aletargados cobraron viveza demasiado tarde.
Quizá en parte por eso, por su frustración personal, sus negocios comenzaron a ir de mal en peor, acabando por tener que malvender su futuro para intentar mantener su presente.
Ahora se encuentra ofreciendo la realización de parte de sus sueños a la parte no realizada de ese mismo sueño y su prometido. Doloroso renovado amor.
-Os dejo que lo penséis con calma. Yo tengo que irme, ya me devolveréis las llaves. En serio, no os vayáis de aquí sin haber visto el atardecer.
No podía aguantar más allí, viendo el sol bajar en el horizonte reflejándose en los ojos de ella mientras apoyaba su cabeza en el hombro de su prometido, que la abraza cariñoso.
Conduciendo colina abajo no puede borrar de su cabeza la imagen de la pareja, recortada al trasluz de los destellos naranja del crepúsculo del sol, mientras él cerraba la puerta de sus sueños.


Saludos

sábado, 10 de noviembre de 2012

Aniversarios (Relato)

Cuatro años que ahora te preguntas si fueron reales. Bueno, te diría que no debes dudar de lo que hayas vivido, aunque ciertamente para ella esos cuatro años han conformado una realidad con matices distintos a la tuya.

Un par de semanas después de romper te has enterado de que tu pareja, con la que ya habías cumplido cuatro años, ha vuelto con el que era su ex en el momento en que empezasteis (ahora tú eres el ex y el concepto se enturbia). Al mismo tiempo te llegan rumores, dicen que dice, de que ella nunca llegó a quitárselo de la cabeza mientras estabais juntos. Esto te lo cuenta algún amigo tuyo que conoce a algunas amigas suyas, las mismas que se autoproclamaban tus amigas y nunca te avisaron de que se cernían nubes de tormenta en lo que parecía una infinita comida campestre en un día soleado.
Un observador externo, e incluso algún amigo optimista por convicción, te diría que, a pesar de lo sucedido, te quedases con los buenos momentos, que en cuatro años debieron ser muchos. Objetivamente, no podías haber hecho nada para cambiar las cosas (terapia de electroshocks para que perdiese parte de su memoria). Además, ella sabrá lo que se pierde y dónde se mete (las personas no cambian y lo que fue un problema seguirá siéndolo), pero eso ya no es algo de lo que debas preocuparte.
Sin embargo tienes esa sensación de tiempo perdido y de engañado como un chino. No te voy a mentir, creo que yo también la tendría. Podríamos llamarlo "Síndrome del Show de Truman": ella poco menos que actuaba y tu eras poco más que un pardillo. Eso es injusto. No serías el primero que abre el sobre para comprobar que las estampitas no son más que recortes de periódico. Aunque como todos los profesores del mundo han dicho alguna vez, si copias en un examen te estás engañando a ti mismo (y en este caso, ella habría conseguido tu aprobado durante cuatro años).
Ahora es el momento de remodelar y redecorar: tirar abajo tabiques para recuperar todo ese espacio que antes tenías y, de paso, deshacerte de esos muebles que no te llegaron a gustar y cambiar ese color de las paredes que aprendiste a soportar.
Sí, tendrás esos momentos en los que te regodearas en tu tristeza mirando absorto la lluvia caer los días nublados y plomizos, grises como ese sentimiento aislado y autosuficiente que notas crecer y que, llegado el momento, implosionará y desaparecerá sin dejar rastro. Pero no serán más que clichés de películas románticas, asunciones adquiridas muy alejadas de lo que sería una sana lógica sentimental.

¿No quieres que sigamos juntos? No malgastaré energía pensando en ello. Adiós. Que te den.


Saludos

lunes, 5 de noviembre de 2012

Oración 9

Como si ya lo hubiese escrito todo y hacerlo otra vez sobre ti fuese algo novedoso.
Paro y riego los cactus que tengo junto a la pantalla del ordenador, esos que sólo recuerdo regar cuando escribo. Aunque no siempre sea sobre ti.
Cuando pienso detenidamente en ello, no encuentro razones por las que puse tanta ilusión y esperanza en tu persona. O quizá sí las encuentro pero evito pensar en ellas para no caer en la desilusión.
Algunos van a su avío, intentando amoldar las posibilidades del grupo a sus necesidades personales. Cuando lo vea a kilómetros de distancia no querré que me calienten la cabeza. Lo digo desde ahora.
Eso no quiere decir que no vaya a hacer todo lo posible. Pero insisto: no querré que me calienten la cabeza.
Todavía no hemos hablado de tu felicidad recientemente adquirida. Tengo que mentalizarme para una larga conversación.
Aun no he decidido si pasar desapercibido o hacer algo escandalosamente notorio.
Canciones que se caen a diario, como pelos de la cabeza. Malas decisiones en cosas irrelevantes.
Suicidas temerosos de morir que se cortan las venas de las muñecas transversalmente en vez de longitudinalmente.
Una cartera vacía sería suficiente para remunerar tu trabajo. Resultaría divertido que alguien se ofendiera por esto.
Nunca has estado perdido si no ibas a ningún lado, simplemente deambulabas.
De materia personal a generalidades. Oh God, my brain is racing.
Unas últimas palabras para ti: me iré; y volveré; y todo volverá a ser como es ahora. O no.

Saludos

viernes, 26 de octubre de 2012

Maridaje

Siempre escucho música mientras escribo (excepto las veces en que no lo hago). Una manera como otra cualquiera de intentar potenciar la creatividad.
Ocasiones como la que me ocupa, escribo mientras escucho música. Una manera como otra cualquiera de pasar el rato.
Escuchar música y escribir. Retroalimentación. Maridaje.
Cuando los dedos, involuntariamente, por falta de ideas, se paran, la música da un paso al frente para indicar el camino a seguir.
Cuando los oídos, siempre atentos, necesitan concentrarse en la canción que suena, los dedos, ahora voluntariamente, se paran, intentando no estorbar en temas ajenos.
La música se filtra e impregna mi escritura en forma de frases prestadas, sensaciones y ritmos. Desgraciadamente mis palabras, en negro sobre blanco, todavía no han servido de inspiración a ningún músico (al menos que yo sepa).

De un tiempo a esta parte junto palabras sin pretensiones, sin objetivos sobre lo que contar y con total flexibilidad.
A veces no sale nada de lo que sentirse orgulloso, pero todo te representa.
Suficiente.


Saludos

miércoles, 24 de octubre de 2012

Nubes de tormenta

Encargos ajenos me llevan de vuelta al lugar donde observé a la gente moviéndose con prisa hacia sitios sin importancia para hacer cosas sin importancia.
Un puñado de días después el entorno no ha cambiado, yo soy el mismo, pero todo parece distinto.
Como una filosofía de vida trato de flotar sobre la realidad, y no esquivo a los transeúntes; navego, fluyo, me deslizo entre ellos.
Son las nubes de tormenta, generalmente imaginarias, las que me hacen acumular bilis en la boca.
Y como un chalado bipolar ignoro la mal disimulada estupidez de cada comportamiento.

Aquello de que depende del cristal con el que se mire, supongo...

Saludos

martes, 16 de octubre de 2012

Ovejas

Uno de esos días en los que la bilis se acumula en la boca...
Observo a la gente moviéndose con prisa hacia sitios sin importancia para hacer cosas sin importancia.
Descubro la mal disimulada estupidez en cada comportamiento.
Esquivo a los transeúntes asqueado de estar aquí y ahora.
Casi deseando que algo encienda la mecha y explote.
Creyéndonos semidioses en un mundo de animales. Nada más que ovejas.

Tras terminar encargos ajenos y tareas propias, me encuentro moviéndome con prisa para llegar a casa y aislarme. Mi sitio sin importancia. Mi cosa sin importancia.


Saludos

lunes, 15 de octubre de 2012

Graznido: Si habiendo sitio de sobra...








Si habiendo sitio de sobra en el autobús, tu pareja y tú os sentáis en un asiento individual en vez de en dos contiguos, no sois románticos, sois del género tonto.








sábado, 13 de octubre de 2012

Una televisión encendida (Relato)

-No te esperaba a estas horas.
-Ya, bueno... No sabía muy bien qué hacer. Supuse que seguirías despierta.
Sin contestar, ella entra en su casa y se sienta directamente en el sitio del sofá que ocupaba antes de que él llamase a la puerta, se quita las zapatillas y, encogiendo las piernas, se acomoda. Sin dejar de mirar a su, aunque anhelada, inesperada visita baja el volumen de la televisión y suelta el mando sobre la mesa, de la que coge un cigarrillo de liar apagado y un mechero. Ha dejado la televisión encendida a conciencia; una vía de escape, algo a lo que mirar cuando no sea capaz de mirarle.
Él la ha seguido hasta el salón como un autómata seguiría a su dueño. De pie en el quicio de la puerta la ve acomodarse como, deduce, estaría acomodada antes de su llegada. Sin saber muy bien por qué, como si estuviese cansado por algo, se pone en cuclillas junto a la mesa que los separa y así se queda esperando a que sea ella la que comience a hablar.
-Te puedes sentar si quieres.
-No te preocupes, estoy bien así.
-No me preocupo.
Son muchos los años que hace que se conocen, y algunos menos desde que mantienen una relación sentimental. Qué tipo de relación es algo que ninguno de los dos sabría etiquetar de manera precisa, pero es más el tiempo que pasan juntos que el que pasan con otra gente.
-Estás enfadada.
A pesar de ser algo evidente para ambos, la formulación de esa acusación por su parte es algo que la ofende profundamente.
-¿Cómo esperabas que estaría?
-La verdad es que no lo había pensado.
Sus palabras, deliberadamente cautelosas e inconscientemente mal interpretables, ocultan las ansiosas ganas que tiene de pedirle perdón, de consolarla, abrazarla, de escuchar todo lo que tenga que decirle. Sin embargo sigue ahí, en cuclillas, jugueteando con un librillo de papeles de fumar que está en la mesa.
-¿Para qué has venido? Estaba a punto de acostarme.
Cada bocanada de humo que exhala va acompañada de un profundo resoplido; un intento de controlar su respiración y no explotar en gritos o llanto.
-No sabía muy bien lo que hacer. Ha sido algo mecánico. Cuando me he querido dar cuenta estaba llegando a tu barrio. Algo me decía que tenía que estar aquí.
En ese momento ella agradece no haber apagado el televisor. Un par de lágrimas brotan de sus ojos y no tiene por qué seguir mirándole.
-Pues ya estás aquí.¿Ahora qué?
Ella no va a hacer nada. Suceda lo que suceda esta noche será él quien tenga que tomar la iniciativa. Según ella se lo merece como castigo; para él es algo que se tiene merecido y que acepta como penitencia.
-¿Cuanto tiempo hace que nos conocemos?¿Nueve?¿Diez años? Durante todo ese tiempo te he querido, de diferentes maneras y con distinta intensidad, pero siempre hemos estado uno junto al otro. Nunca he hecho nada que supiera que podría hacerte daño, y si alguna vez te lo he hecho asumo mi responsabilidad, pero en ningún caso habrá sido a cosa hecha... Por favor, no estés enfadada conmigo... Por favor...
De la misma manera orgánica en que uno se despierta un par de minutos antes de que suene el despertador, así recuerdan por qué quieren al otro.
Ella nunca ha conocido a un hombre con la bondad y la honestidad tan a flor de piel como él.
Él sabe que sólo con ella es capaz de expresar sus inquietudes y anhelos sin miedo a la incomprensión.
Sólo les quedaba asumir que, a pesar de su innegable y felizmente cómoda idoneidad, sus humanas imperfecciones les harían enfrentarse a noches como aquella; noches en las que únicamente manteniéndose juntos podrían sacar fuerzas para solucionar sus problemas.


Saludos

lunes, 8 de octubre de 2012

LXXVIII

-"Tú no me miras, tú no me amas, tú te metes adentro como una puñalada"  Mártires del Compás - Tu hielo

-"Durante las épocas de tranquilidad, todos los administradores se imaginan que sus administrados viven únicamente por las atenciones y los cuidados que ellos les prodigan y en aquella conciencia de su necesidad encuentran la mejor recompensa de sus esfuerzos y de su trabajo. Mientras el océano histórico se mantiene encalmado, el administrador, en su pequeña lancha miserable que hace mover a remolque del gran barco del pueblo, cree que es él quien hace avanzar el buque que le lleva a rastras. Pero cuando estalla la tempestad y el mar agitado pone en peligro la estabilidad del buque, el error ya no es posible. El barco sigue abriéndose camino a través de las olas agitadas, y el administrador, en su frágil barquilla, tiene que convencerse que sus débiles remos no sirven para nada y que él mismo es un hombre nulo, inútil, sin ningún poder"  León Tolstói - Guerra y paz

-"Uno se imagina casi siempre que cuando sale del camino trillado todo está perdido y, en cambio, es entonces cuando aparecen la Verdad y la Bondad. En tanto dure la vida existe la felicidad"  León Tolstói - Guerra y paz

-"This is a lyrical combat. Gentlemen, hold your pistols"  Eminem - Just Don't Give a Fuck


Saludos

miércoles, 3 de octubre de 2012

Oscura vida (Haiku)

El sol ya brilla.
Las retinas quemadas.
Oscura vida.

Sólo recuerdos.
Más lágrimas saladas.
Oscura vida.

Dónde buscarte.
Soy un niño perdido.
Oscura vida.

La felicidad
a millas de distancia.
Oscura vida.

Hubo un tiempo,
pero ya ha pasado.
Oscura vida.

La última luz,
infinita soledad.
Oscura vida.

Su piel cálida,
su tacto olvidado.
Oscura vida.

Todo el dolor.
Pisar cristales rotos.
Oscura vida.

Nunca olvides
que sólo yo te quise.
Oscura vida.

¿Mi despedida?
Música de trompetas.
Brillante vida



Saludos

martes, 25 de septiembre de 2012

Vs.

¿Donde quedaron aquellos relatos crudos y violentos, deliberadamente explícitos? ¿Será cosa de la edad, como la evolución de los raperos de los que llevo escuchando temas desde sus dieci-largos hasta sus actuales treinta y tantos?
Noto cierto malestar por haber dejado de lado esa faceta en la que tan cómodo me sentía, y aún más molesto al comprobar que la he sustituido por una vertiente, no ya más blanda, casi cursi y ñoña.
Si al menos destilase cierto veneno y mala baba envueltos en áspero sarcasmo la cosa tendría un pase, pero no es el caso. Ahora todo es hadas y música de liras.

No pasa nada: demostrar mis sentimientos es síntoma de madurez y crecimiento personal. ¿Y qué si olvidé esa temática desagradable y de estilo fácil? Así llego a más gente que se siente identificada con lo que escribo. Como en aquella canción en cada letra, en cada palabra, habrá un mensaje oculto sobre un chico que ama a una chica.
¿Y lo sorprendente que sería que alguien captase según que mensajes?

No estoy muerto. Demuestran con sus palabras que así lo creen, pero no es cierto.
¿Cómo matas  a tus demonios?
Simplemente ahora no es mi momento. En tiempos más oscuros volveré a necesitarme.
Será entonces cuando volveré desgarrando tripas y destripando conciencias, igual que Freddy Krueger volvía en las pesadillas.
La violencia se contiene hasta que explota. Así ha sido siempre y así volverá a ser.


Saludos

martes, 18 de septiembre de 2012

LXXVII

-"Cuántos recuerdos guardas tú de mí para tratarme ahora así"  Los Secretos - Hoy no

-"Usaba con él aquella lisonja fina, servida por un aplomo extraordinario, que consiste en reconocer tácitamente que su interlocutor es el único, que, al igual que uno mismo, puede conocer la estupidez de los demás y la sabiduría y profundidad de nuestras propias ideas"  León Tolstói - Guerra y paz

-"I have tried in vain, never had succes so it seems my life is nothing but a mess. I have lost my only friends, now it seems I have to start again"  Royce Da 5'9'' - Merry Go Round

-"You see her, you can't touch her. You hear her, you can´t hold her. You want her, you can't have her. You want to, but she won't let you"  Franz Ferdinand - Auf Achse


Saludos

viernes, 14 de septiembre de 2012

Graznido: ¡¡Yo pago esta ronda!!...









-¡¡Yo pago esta ronda!!
-¡¡Entonces yo pago la siguiente!!
Y al final de la noche es como si cada cual hubiese pagado por lo suyo; y todo el mundo se va feliz a casa en múltiples sentidos de la palabra.








domingo, 9 de septiembre de 2012

Demostraciones (Relato)

-¿Qué crees que te diferencia de los demás? ¿Qué te hace mejor que todos ellos? ¿Por qué tendría que elegirte?
-Soy educado, honesto; divertido sin ser grosero ni obsceno; paciente y atento. Sé comportarme donde quiera que voy. No creo que sea decir poco.
-¿Cómo demuestras todo eso? ¿Cómo se lo harás ver?
-No creo que sea algo demostrable. Simplemente siendo yo, supongo.
-Ahí tienes el problema. Piénsalo de esta manera: un tipo maleducado, mentiroso por sistema, grosero y obsceno, irascible y dejado. Un perfecto impresentable. Si no demuestra nada de esto, ¿crees que podría elegirlo?
-Si no consiguiese darse cuenta de nada de esto, supongo que sí, claro.
-Entonces, ¿qué crees que te diferencia de los demás? ¿Qué te hace mejor que todos ellos? ¿Por qué tendría que elegirte?



Saludos

sábado, 8 de septiembre de 2012

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Leitmotiv

Ideas escondiéndose; reptando entre matorrales; tratando de, quién sabe por qué, pasar desapercibidas entra la maraña de preocupaciones y quehaceres que suelen ocupar la mente de cualquiera. "Tienes cosas más importantes que hacer" parecen querer decir con su comportamiento.
¿Más satisfactorias?
El tema recurrente de una mente sin ideas es la falta de ideas de su mente.
Sentarme y obligarme. Si tuviese esta fuerza de voluntad para otras cosas...
La buena acogida de mis últimos escritos (gracias a todos por vuestras felicitaciones) parece desmentir aquello de que no se pude forzar la inspiración. Vuelta a aquello de que la constancia a la hora de llevar a cabo cualquier actividad termina dando frutos. ¿En qué momento el escribir se profesionalizó y dejó de ser algo bohemio, envuelto en humo y regado de alcohol?
Sólo la música que sale de los altavoces me envuelve...

¿Otro tema recurrente?

-¿Por qué tanta insistencia?¿Por qué me esperaste tanto?- preguntó ella entre sorprendida y emocionada.
-Eres una buena chica. Yo soy un buen chico. Nada podía ir mal- respondió él, honesto y feliz.


Saludos

martes, 28 de agosto de 2012

La barrera

Yo construí la barrera que nos separa. Sin darme cuenta le dediqué tanto tiempo que ha pasado a formar parte de mí. Ahora la llevo conmigo a todos lados.
Como todas las cosas que llevamos con nosotros ha terminado convirtiéndose en una carga.
Lejos quedó su utilidad (si es que alguna vez la tuvo) y los motivos por los que comenzó su construcción.
Hoy día sólo estorba y jode.

Hubo quienes se enfrentaron a ella y la abordaron de diversas formas.
De aquellos que la superaron, algunos años ha que se exiliaron, demostrando así que las barreras ni protegen ni retienen.
Otros muchos decidieron quedarse y aquí siguen, a mi lado, física, espiritual o moralmente.

Pero esto no va sobre ellos ni sobre mi. Va sobre la barrera.

Son pocas las veces que me asomo y oteo el horizonte en busca de viajantes dispuestos a escuchar mis indicaciones de como entrar.
Son pocas las veces que me aventuro a salir de la barrera (toda barrera tiene una puerta) a investigar los alrededores. En esas ocasiones encuentro otras fortalezas, algunas mejor protegidas que la mía. Normalmente regreso magullado y dolorido después de haber sido rechazado.

Pero esto no va sobre los viajeros ni sobre mis viajes. Va sobre la barrera.

No renegaré ahora de ella. Para bien o para mal esa barrera me ha llevado al cómo soy y al cómo estoy y, como siempre, no me puedo quejar.
Cada cual tiene sus defensas y sus protecciones, no es algo de mi exclusividad.
Pero, y sin que sea una declaración de intenciones, en algún momento hay que firmar un armisticio.


Saludos

lunes, 20 de agosto de 2012

Algunos hombres buenos

Te trataré mal.
Ignoraré tus palabras.
Ridiculizaré públicamente tus errores.
Despreciaré tus ideas y opiniones.
Mis contestaciones serán agresivas y exaltadas.
Al mirarte lo haré con superioridad, casi con asco.
Destilaré veneno cada segundo que pase contigo.
Seré cruel a la hora de decir la verdad y mentiré para herirte.

Sólo así te sentirás irremediablemente atraída por mí. Como mosquitos hacia una de esas trampas eléctricas.

¿Así es como funciona?¿Eso es lo que queréis?



Saludos

miércoles, 15 de agosto de 2012

Pasos

Inmerso en uno de los objetivos que necesitaba cumplir antes de fin de año.
Plan de futuro claro y preciso, y con mejores perspectivas gracias al objetivo cumplido.
Halagos. Me dicen que frutos recogidos después de años de siembra.
Risas frescas donde antes estaba la máscara de una sonrisa. Puede que tenga razón.

Saber que estaré ocupado durante varios meses me hace olvidarme de ciertas cosas.
Buenos consejos que, llevados a la práctica, no han obtenido los resultados esperados.
Ese tema que me hace ganar porcentaje en nuestras conversaciones.
Nada de lo que preocuparse.

Sigo caminando por esta carretera, alejándome paso tras paso de esa figura que me sonríe orgullosa mientras se sienta en la cuneta, esperando el coche que, asumí, nunca va a pasar.


Saludos

jueves, 26 de julio de 2012

Una mente en blanco (Relato)

Plantado frente a unas imponentes y tétricas puertas de metal oxidado, comprendí que aquello era el infierno y yo acababa de morir. La angustia de encontrarme allí eclipsó la sorpresa de que, efectivamente, un infierno nos espera en el más allá. Ver para creer.
Nada a mi alrededor excepto esas enormes puertas como único acceso de una pared que llegaba hasta donde mi vista alcanzaba. Como una fortaleza, sólo que en este caso su función no era impedir la entrada, sino evitar que algo o alguien saliera de allí. El resto de paisaje era un erial salpicado, aquí y allá, de nubes de humo que flotaban estáticas sin un origen aparente.
Supuse que tenía que llamar a aquellas puertas, ya que alguna entidad superior había decidido que mi vida merecía ser castigada con una eternidad de torturas y suplicios. Pero ¿quién querría llamar a las puertas del infierno sabiendo las condiciones? Así decidí quedarme fuera. Mejor una eternidad de aburrimiento que una de torturas.
He de decir que me sorprendieron dos cosas. La primera es que nadie salió a por mi, pero aquello es el infierno y no se caracteriza por su excelente atención al cliente. La segunda es que nadie en mi misma situación aparecía tampoco por allí. Eso me preocupaba más porque, o bien todo el mundo se arrepentía en su lecho de muerte y yo había sido un pringado, o bien me había portado tan mal en la vida que aquello era un acceso VIP y dentro me esperaba un tratamiento especial.
Esta última idea me afianzó en mi decisión de quedarme allí fuera hasta que alguien viniese a por mi, por mucho que eso pudiera enfadar, digamos, a los demonios. Al fin y al cabo, no creí que hubiera mucha diferencia entre un demonio y un demonio enfadado.
Hacía un montón de calor, cosa lógica por otra parte, y eso empezó a complicar las cosas rápidamente. Además, el olor agrio y el humo no ayudaban a calmar una garganta seca. No me quedó más opción que investigar la zona.
Comencé a andar junto a la muralla, buscando algún depósito de humedad en su base, pero aquello estaba más seco que un desierto de sal. Tras un rato andando llegué a lo que parecía una segunda puerta, idéntica a la primera. Aquello desechó mi idea del acceso VIP lo que, he de confesar, me desilusionó un poco. Al menos destacar por algo en la vida, aunque sea en la mala vida que has llevado. Sin embargo, algo que no era consciente de haber visto, hizo que me diera cuenta de que aquello no era una segunda puerta. Por el contrario, era la misma puerta frente a la que había aparecido. Una de las aldabas de las puertas (cabezas de bestias con un aro de hierro entre los dientes) tenía uno de los colmillos partidos. Claro está, era algo que tenía que comprobar así que desandé el camino y, efectivamente, estaba en lo cierto. También pude darme cuenta de que, no es que le hubiese dado la vuelta completa a la muralla, sino que la puerta parecía replicarse cada cierto tiempo permitiendo un único acceso al infierno, dejando a las claras que allí no había escapatoria ni artimañas que valiesen. Una especie de tortura psicológica de bienvenida.
Probé entonces a andar en la dirección contraria a las puertas. Mientras las tuviese a mi espalda me servirían de referencia, cuando las perdiese de vista ya decidiría lo que hacer. Cada vez más sediento y acalorado comencé la marcha. El terreno, yermo y pedregoso, no dificultaba en exceso el andar, pero cada tanto tenía que esquivar alguna de las nubes de humo de extraña y amenazante densidad.
Sin embargo, cada vez que miraba a mi punto de referencia, las puertas no parecían alejarse, como si me estuviesen siguiendo. Desesperanzado conté cien pasos y comprobé que las puertas seguían allí, a la misma distancia que cien pasos antes.
Las cosas estaban como siguen: podía quedarme en un entorno falsamente infinito y ¿morir? sediento, acalorado y asqueado; o podía enfrentarme a lo desconocido sin esperanzas pero con la convicción de haber agotado mis posibilidades.
Mucha gente sabe que no fui una persona valiente, sobre todo muchas mujeres, pero allí tenía la oportunidad de ser realmente otra persona. Agarré la aldaba que tenía el diente roto con la idea de que debía significar algo y llamé. La enorme puerta retumbó para, automáticamente, abrirse con un chirrido espeluznante.
Una ola de aire fresco me golpeó al tiempo que una luz cegadora me obligó a cubrirme los ojos.

-Te estábamos esperando.
Al escuchar aquella voz volví a abrir los ojos. Frente a mí había un grupo de personas sentadas en una larga mesa de madera oscura, todas sentadas hacia mí. Parecían estar flotando ya que el suelo, el cual podía notar porque lo estaba pisando, no se veía a simple vista. Todo era de un color neutro y homogéneo excepto la mesa y las ropas de la gente sentada a la mesa. No había ni rastro de las puertas que acababa de cruzar.
-Te hemos observado allí fuera. Has sido muy perspicaz. La mayoría tardan más tiempo en darse cuenta de que, en realidad, sólo hay una puerta. Todos los que se paran a pensar, está claro. Muchos, por pura inconsciencia, llaman directamente a la puerta.
Cada frase era pronunciada por uno de los hombres o mujeres de la mesa. Sin embargo todas sus voces eran la misma. Hablaban como una sola persona, sin interrupciones entre frases. No sabía quienes eran ni por qué estaban allí.
-Te preguntas quienes somos y por qué estamos aquí, pero deberías preguntarte por qué estás tú aquí.
-Y por qué estoy aquí.
-Eso es algo que debes averiguar tú. Créenos, no te costará. Sólo te diremos una cosa: no pienses en este sitio como un cielo o un infierno. Queda mucho para eso; tanto, que dentro de poco lo habrás olvidado. Dentro de poco todo lo que crees saber se desvanecerá.

Ciertamente, en el instante que supe lo que hacía allí, todo se desvaneció.

Tengo que nacer.
Aquella gente de la mesa, hombres y mujeres, eran probabilidades genéticas de mí mismo. Por eso todos tenían la misma voz. Mi voz.
Estaban allí para despedirse de mí, el afortunado, el elegido.
Todo lo que creía saber sobre la vida, sobre mí, eran generalidades de cualquier vida (¿quién es siempre valiente frente a las mujeres?)
Ahora tengo que nacer. Una mente en blanco que llenar.


Saludos

jueves, 19 de julio de 2012

LXXVI

-"A cada instante, aunque trataba de ocuparse en algún asunto serio, su pensamiento lo abandonaba todo y se despertaba un cuarto de hora después, con el corazón palpitante, la cabeza dolorida y soñando con la idea siguiente: ¿Me amará?"  Stendhal - Rojo y negro

-"Then I'm still here barely understanding what truth that rarely calls"  Why? - Eskimo Snow

-"Soy tu deseo en un aseo, soy el feo que te arrolla, te mira, te besa y te folla"  Bajo Mínimos - Yo que soy

-Una bolsita y una cajita.


Saludos

martes, 17 de julio de 2012

Oración 8

El placentero dolor de sacar adelante un trabajo.
El tiempo es claramente relativo. Ahora las semanas se queman como mechas de explosivos. Y el final no es nada espectacular.
Dicen que es imposible comprender a las mujeres. Yo no quiero comprender a las mujeres. Quiero comprender sólo a una.
Con una protagonista distinta: tan cerca y a la vez tan lejos.
Citando frases que no sé si alguna vez escribí.
En el tiempo de las revoluciones había palacios que asaltar. Con urbanizaciones privadas se pierde el encanto.
Incluso las decisiones más horribles tienen un razonamiento que las explica. En eso se amparan para tomar decisiones horribles.
Es tan fácil engañar y tan difícil decir la verdad.
I am the best, come on say it with me...
Hay canciones con las que paras de escribir, te levantas del asiento y simplemente disfrutas. Subiendo el volumen, por supuesto.
Tengo contestaciones preparadas para situaciones remotamente posibles. Si suceden, no recordaré qué quería decir.
Ahora veo la equivalencia: un puñado de Graznidos es un Oración. La diferencia: espontaneidad o dedicación.
Me alejo silbando hacia la puesta de sol, satisfecho con el placer de haber desenredado pensamientos.

Saludos

domingo, 8 de julio de 2012

lunes, 25 de junio de 2012

LXXV

-"Porque si algo tengo claro es que no vivo con bulla y que hasta la fecha no ha existido mejor compañía que la tuya"  Tote King - El tendedero con Chico Ocaña

-"'I'm prepared for the worst and just hope for the best"  The ILLZ - Faded/Los Angeles

-"Porque estés buena no voy a darte coba, está claro"  Freshmakers - Oh Yeah

-"Él tiene dos caras: la una pa' la calle, la otra pa' tu cama"  Chico Ocaña - De calle

martes, 12 de junio de 2012

LXXIV

-"Tíos como nosotros, morenos, con los ojos castaños y las cejas y el pelo oscuros, hay montones en todo el mundo. Los hay a patadas. Es como todo. La masa crea indiferencia, y la abundancia genera aburrimiento. Así que los morenos bajan de categoría, pasan a la etiqueta calidad ordinaria. Para que te hagas una idea, es un poco como las patatas de Gauthier en comparación con los dátiles en cestillos. ¿Me pillas? O sea, que para que entiendan que, en esta tierra, cada moreno de ojos castaños -no digo los morenos de ojos azules, ojo a la diferencia-, que cada moreno de ojos castaños tiene algo de singular, excepcional, magistral, igual que el rubio de ojos azules, pues hay que romperse los cuernos. Lo mismo pasa con las morenas. Todos estamos en el mismo saco. Mercancía corriente. Somos del montón, sin más. El montón de los morenos. El enorme montón mundial de los morenos. El cajón de sastre. Al lado están los cestillos de rubios de ojos azules. Pues claro que el cestillo llama la atención, claro que el moreno se lleva un chasco.
No olvides nunca que un día, un degenerado quiso hacer subir el estatus de los cestillos poniéndolos a la cabeza del mundo. Hay que luchar por el advenimiento del montón universal. Eso será la humanidad. Pero entretanto, desde los más hondo del culo del gran saco de los morenos -porque cuando no tienes ni un céntimo, te hundes además en las profundidades del saco, tenlo en cuenta-, entretanto, nosotros, los morenos, inmersos en la anhelante melé, tenemos que gritar para que perciban nuestros destellos. Tenemos que esforzarnos, tenemos que pulir las sutilezas de nuestro ingenio como si se tratara de encaje. Y esto es algo que se ignora en los cestillos"  Fred Vargas & Baudoin - Los cuatro ríos

-"He descubierto que todas las desgracias del hombre proceden de una sola cosa, que consiste en no saber permanecer sin hacer nada en una habitación"  Fred Vargas & Baudoin - Los cuatro ríos

-"Y aún cuando expire mi vida perdurarán todos mis párrafos"  Hablando en Plata - El blues de los más buscados con Elphomega

-"Creelo, no necesito mucho más que esto"  Tote King - Como en casa

Saludos

domingo, 10 de junio de 2012

Efemierdes

Podría escribir sobre la publicación número 200 (esta que estáis comenzando a leer) pero esto no es una serie, en cuyo caso tendría dos opciones: episodio recopilatorio o hacer que Homer se presente a concejal de basuras y se cuele en un concierto de U2 para promocionarse.
Podría equivocarme y escribir que este es el post 300 y tener que cambiar la referencia a Los Simpsons al darme cuenta de mi error.
Podría comentar que empieza a hacer calor, con los primeros días de terral (un desagradable aire caliente que, al contrario de lo que la gente piensa, no viene del desierto sino del interior) aquí en Málaga, pero estaría cometiendo el mismo error que critico de los telediarios. Se acerca el verano y cada vez hace más calor. Vaya noticia.
Podría hablar de la época de exámenes en la que me hallo inmerso, decir que estoy muy agobiado, que me paso casi todo el día estudiando pero os estaría mintiendo. Eso sí, que quede claro que estudiar, estudio.
Podría hacer otra publicación de esas tristes, introspectivas, en las que cuento cosas que quiero contar y normalmente no cuento. Sé que a muchos (aventurado decir muchos en un blog con no más de ¿30? lectores habituales) os gustan, pero eso haría que este blog se acercase cada vez más al diario de una adolescente.
Podría hablar de la situación económica de España o del empate a 1 contra Italia, pero esto no es un blog de actualidad. Leed un periódico si queréis estar informados.
Podría contaros que uno de los cactus que tengo junto a la pantalla del ordenador se ha secado y he tenido que arrancarlo, pero no creo que os interese. Además ya está todo contado. Si pudiese alargar una historia como esa sería un maldito genio de la literatura.

Por eso he preferido hacer esto y terminar con una sonrisa en la boca, al releer todas mis pamplinas.

200 saludos.

lunes, 4 de junio de 2012

Soldados (Relato)

Somos un ejército muy numeroso. Nuestro entrenamiento es corto e intenso. Estamos siempre alerta, siempre preparados: nunca sabemos en qué momento marcharemos al frente. Lo único que sabemos es que nadie ha regresado. Jamás.
Qué nos espera cuando abandonamos los barracones es un misterio. Se oyen rumores e historias pero ¿es que alguien ha vuelto alguna vez para confirmarlas?
Hasta el día en que nos toca dirigirnos hacia la batalla.
Mientras avanzamos se nota la tensión a nuestro alrededor. Cada vez hace más calor, pero nadie baja el ritmo. Somos muchos y nos movemos juntos, como fluye el agua de un río.
Tras lo que parece una eternidad, pero no han sido más que unos minutos, la marcha se acelera y nos damos cuenta de que empieza lo complicado.
Nuestro equipamiento es nulo: contamos con nuestro cuerpo y nuestra cabeza, y creedme si os digo que la cabeza no es lo más necesario para seguir adelante.
Conforme nos adentramos en terreno enemigo notamos que estamos en territorio hostil, incluso el ambiente ha cambiado: hace aún más calor si cabe y el aire se nota ácido.
Veo caer compañeros a mi alrededor, a tantos que no podría ni aproximar un número. Pero nadie nos ataca; es este sitio el que acaba con nosotros por si solo. El resto seguimos sin mirar atrás. Sabemos por qué estamos aquí y estamos dispuestos a ello.
El camino es largo y sufrido pero llegamos suficientes para acometer la conquista de la fortaleza. Es un ataque frontal y masivo. Nos lanzamos en bloque tratando de acceder por todos lados. Los que llegan primero quedan atrapados en las paredes viscosas de la fortaleza. Para continuar con el asedio nos vemos obligados a esquivar y apartar los cuerpos yacentes de nuestros compañeros.
Es entonces cuando los supervivientes tomamos conciencia de que esto es una misión suicida para todos, que a los sumo uno o dos de nosotros logrará acceder a la fortaleza y enfrentarse a lo desconocido una vez más. Sin embargo, esta inevitabilidad no nos hace desistir y seguimos intentado hacer brecha, cada cual en su propia batalla personal.
Compañeros siguen desfalleciendo junto a mi, dándose por vencidos extenuados por el esfuerzo. Sigo empujando, empujando, solo para que, cuando creo que no puedo más, la pared se raje frente a mi y me permita meter la cabeza.
Recobro fuerzas. Sigo empujando.
Estoy dentro. Lo he conseguido y sé que seré el único, a pesar de que el puñado de compañeros que siguen fuera no dejan de intentarlo.
Es entonces cuando lo veo. No es como yo, pero es lo que veníamos buscando. Lo se porque me atrae, porque lo atraigo. Nos crearon para el momento definitivo en el que nos encontramos. Juntos seremos algo hermoso.
No nos unimos, nos fusionamos. Pero no pasamos a ser uno; nos convertimos en otro, algo totalmente distinto a nosotros, pero en parte nosotros.
Pierdo la conciencia.
Espero que este "otro" consiga ver la luz.


Saludos

jueves, 31 de mayo de 2012

domingo, 27 de mayo de 2012

Lloriqueos

Siempre suelo decir que no es un tema que me preocupe, pero en realidad prefiero no reconocer cuánto me preocupa. Cuantas veces al día pienso en ello.
Cuantas veces llego a la única conclusión posible: soy un fracaso y mi solución está cerca de ser un milagro.
Mi historial de tímidas escaramuzas no es suficiente en un mundo en el que los héroes se forjan en múltiples batallas de las que regresan heridos pero no derrotados, hasta conquistar un reino que compense tantas derrotas y retiradas.
Temo encontrarme, de aquí a poco, en un nuevo campo de batalla, sólo para enfrentarme a la verdad absoluta que siempre he intentado desterrar de que el problema soy yo.
Pero no me entristece, de hecho leo la verdad y sonrío. Sin ganas, pero sonrío. Como el maquillaje de un payaso.

Hay tantas cosas por hacer...

Hoy es un día nublado y estoy cansado.
Los párrafos anteriores, aunque ciertos, no son más que basura. Lloriqueos de un bebé.
No puedo dejar que circunstancias, por muy mejorables que puedan ser, sean el árbol que no me permita ver el bosque.

Saludos

sábado, 19 de mayo de 2012

Claroscuro (Relato)

El teléfono suena y una voz femenina grita ¡Voy! como si el que estuviese al otro lado de la linea se fuera a enterar. Elena sale de la ducha y corre hacia el teléfono con cuidado de no resbalar. No quiere que el que le hable al descolgar sea Jaime, su novio, pero resulta que es así.
-Hola guapa, ¿cómo es que has tardado tanto en descolgar?¿Pasa algo?
-Hola cari. No, nada, me has pillado dándome una ducha, que he estado planchando ropa y estaba acalorada. ¿Y tú qué, qué andas haciendo?
-Aquí matando el tiempo. Poca cosa. Me he pasado la tarde ayudando a mi padre a hacer limpieza en el trastero y estoy baldao. Sé que habíamos hablado de vernos esta noche, pero estoy reventao, en serio, ni imaginas la de mierdas que hemos tenido que tirar. Pero vamos, que si quieres me acerco un rato a tu casa y vemos una peli o algo.
-Pobrecito mi niño. No te preocupes, no creas que yo me encuentro muy católica. Me esta dando un dolor de cuello de los que tú sabes. Voy a cenar tempranito y a la cama, así descanso y quedamos mañana por la tarde, que tenemos que comprarle un regalo de cumpleaños a mi madre, que luego se nos echa el tiempo encima.
-Pues vaya como estamos los dos. Nada, guapa, cuídate y descansa y mañana quedamos. Un beso.
-Un beso cari. Hasta mañana.

Elena cuelga el teléfono con una sonrisa en la cara. Vuelve a su cuarto y ve el vestido que hay tendido sobre la cama, el que se va a poner esta noche cuando salga con sus amigas. Es mejor así, piensa, si le digo que voy a salir se pone en plan celoso insoportable.

Jaime cuelga el teléfono con una sonrisa en la boca. Sale de la habitación en la que entró para hacer la llamada y amortiguar el sonido de su grupo de amigos, que siguen en el salón bebiendo cerveza y diciendo barbaridades a voz en grito. Cuando entra en el salón le dicen lo típico para picarle: que si es un calzonazos, que si la jefa le ha dado permiso y ese tipo de cosas. Es mejor así, piensa mientras coge la cerveza que le tiende uno de sus amigos, si le digo que voy a salir se pone en plan celosa insoportable.

Podría seguir y decir que, en una conspiración del destino contra ellos, se encuentran en cualquier bar o discoteca y se preguntan mutuamente el clásico ¿Qué haces tú aquí? para posteriormente continuar con el ¿Con quién estás? mientras sus respectivas amistades hacen mutis por el foro, terminando con una escalada de acusaciones y de Eres un mentiroso/a, Y tú más.

¿Pero sabéis que? Es tan triste en el sentido de patético que prefiero no hacerlo y dejarlo sólo esbozado.

Saludos

lunes, 14 de mayo de 2012

Turbio (Relato)

Buscando respuestas y soluciones sólo encontré más preguntas sin resolver. Cuando dejé de buscar ya no tuve ningún objetivo en la vida. Caí en la apatía y la desidia.
Entonces empecé a buscarla a ella, pero sólo encontré puertas cerradas y miradas de vergüenza frente al espejo. También dejé de buscar y ya no hubo ilusión. Aburrimiento y gris como algo tangible, como un sabor amargo y desagradable.
Únicamente me quedaba el coraje de seguir adelante. Porque es mentira eso que dicen: la esperanza no es lo último que se pierde. Apareció una mañana, asfixiada a los pies de la cama por la realidad.
Deambulaba por las calles de la ciudad, unas calles corruptas y opresivas, corroyendo mi vida con cada paso y cada mirada alrededor.
Y no podía evitar pensar que, en realidad, la culpa era sólo mía.
La culpa. Peso sobre unos hombros incapaces de soportarlo.
El alcohol era mi refugio. Anestesia para el día a día que, en ocasiones, se volvía contra mí, haciendo aparecer demonios y sombras, oscuras torturas de reproches bañadas en vómito y lágrimas saladas como herrumbre.
Los recuerdos eran las únicas luces en aquellos oscuros días en los que la vida parecía pintada en blanco y negro, con trazos violentos y discontinuos. Podía pasarme horas mirando viejos álbumes de fotos de épocas idealizadas, con una botella en la mano y la rabia de no haber aprovechado más mi tiempo. Parecía el típico cliché de las películas en las que el protagonista, en una situación tan dramática como la mía, termina lanzando con furia la botella vacía contra la pared.
Y esos eran los momentos en los que sonreía, porque nunca cumplía el final de ese cliché, no arrojaba la botella contra la pared. Me daba cuenta de que, al menos, no me había vuelto estúpido.
¿Cual es el final de esta historia? No hay final. Como dije antes lo que queda es el coraje para seguir adelante y en eso consiste todo, en seguir adelante, hasta el día en que una caja de madera nos envuelva y ya todo dé igual.


Saludos

domingo, 6 de mayo de 2012

Procesos

Escribes demasiado poco me dijeron. Necesitamos que nos ilumines más a menudo creí entender, y la presión pudo conmigo.
No defraudo a nadie si escribo poco, ni creo que nadie necesite de mis palabras como luz guía, son sólo cosas que me digo para obligarme. Mis lectores no me esperan impacientes...
Qué pretencioso eso de mis lectores.
Recuerdo esa noche que esbocé, no se qué relato, escribiendo ideas en las notas del iPod un buen rato después de haber apagado la luz. La oscuridad a mi alrededor parecía actuar como catalizador, lo que se veía plasmado en la luminosidad de la pequeña pantalla.
O todas esas veces que he cogido un bloc de notas y un lapicero de punta fina y he comenzado a escribir, con una letra horrible y apresurada como si eso fuese cosa de verdaderos escritores, en el autobús, la biblioteca, en clase, o incluso en esos escalones del césped de la facultad mientras fumaba. Y alguna gente mirándome con cara ¿Qué carajo está haciendo ese tío?.
Casi siempre frente a la pantalla y el teclado del ordenador.
Tengo pendiente probar la pluma y el bote de tinta que me regaló por mi cumpleaños. "Con esto escribía yo de chico" me dijo. Mientras, yo me imaginaba emborronando folios y manchándome los brazos de una tinta seguramente bastante difícil de limpiar. Pero lo tengo pendiente. Se lo debo.
Por lo demás: constancia, ganas y música de fondo. No necesariamente por ese orden.

Saludos

viernes, 4 de mayo de 2012

Oración 7

Joder, otra vez aquí sentado, sin nada que decir, pero con ganas de teclear.
Empezar con una palabra malsonante buscando el mismo efecto que esos carteles que ponen en mayúsculas SEXO para después venderte cualquier otra cosa.
¿Hay que esforzarse tanto para hacer algo que todos disfrutamos?
Dobles sentidos sexuales sin intención.
Se atribuye a Albert Einstein la frase Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados. Con ella siempre supero el límite de la locura.
Fue una de las conversaciones más intensas que he tenido en mucho tiempo. Ahora no puedo evitar pensar si servirá para algo. Para algo más de lo que le haya servido a ella, quiero decir.
Muchas referencias durante todos estos años a distintas ellas. Me pregunto si alguna lo sabrá. O si lo habrán leído siquiera.
En ocasiones más triste de lo que dejo ver, siempre más optimista de lo que pienso.
Cuando el mundo se desmorone a tu alrededor sólo te queda dar un paso con la misma fe que Indiana Jones en la tercera prueba del final de La última cruzada.
Los odio. A casi todos. Y únicamente los escucho para tener más razones para criticarlos.
Mucho rato sin escribir. La concentración dispersa. Mejor acabar aquí.

Saludos

lunes, 30 de abril de 2012

Detalles

Gris, oscuro y frío. Así vemos el mundo (el futuro) cuando alguien nos decepciona o nos defrauda. Desde el otro lado no significa más que nos habíamos creado unas expectativas demasiado altas con respecto a ese alguien. Error de confianza o de percepción.
Da igual. Debería resbalarnos. Esto no es lo que quiero.
Pensaba enlazar palabras llenas de pesadumbre y pesimismo. Pero no es lo quiero. No es lo que necesitas.

Igual que los pequeños detalles son los que nos hacen torcer el gesto algunos días, otros pequeños detalles son a los que deberíamos aferrarnos para desterrar las malas sensaciones, allí donde se pudran y desaparezcan. El mismo cementerio al que mandar a esa gente que nos defrauda.
El sol sale cada día y toda esa psicología barata.
Todos tenemos a alguien contra el que apoyar nuestra espalda cuando no queda sino batirnos contra los enemigos que nos rodean. Y será entonces, luchando por una mejor vida (una vida, al fin y al cabo) cuando el sol realmente salga e inunde de luz cada oscuro rincón de los días.

¿Qué necesitamos? Caras conocidas, sonrientes, en torno a una mesa. Girar la cabeza y vernos reflejados en los ojos de una persona que se vea reflejada en nuestros ojos. Pequeños detalles...

Saludos

Especial dedicación a aquellas personas que se esfuerzan en hacer de cada día el mejor posible.

lunes, 23 de abril de 2012

LXXIII

-"La gente del taco no aplaude"

-"Thinking's a headache that's why we avoid it, thought reveals truth and the pain of the facts"  Promoe - Headache

-"Lo más malo que hacen los malos con diferencia es obligarnos a dudar de los buenos"  Freshmakers - Eye dentify con Block McCloud

-"Nos preocupa Francia, por su rap no, por Le Pen y la vuelta de la ignorancia"  SFDK - Duelo de vikingos con Promoe


Saludos

lunes, 16 de abril de 2012

Graznido: Pronto sacarán una ley...





Pronto sacarán una ley para obligarnos a dejar pasar a nuestras casas a un funcionario del gobierno para que busque monedas debajo de los cojines del sofá. Por supuesto, serán para el Estado.






sábado, 14 de abril de 2012

Suficiente

Algo me araña desde dentro, intentando trepar desde mi estómago. Noto su puño en mi garganta.
Necesito que la música me inunde, que ahogue a lo que sea que intenta salir. Subo el volumen hasta que siento las letras brotar en mi boca.

Fue hace varios días, ya ni lo recuerdo. Recuerdo la bruma gris que me envolvía.
¿Cuando comprenderé que sólo yo puedo disiparla?

El cansancio de que los planes no salgan como se te habían planteado. La apatía de no querer rearmarlos.

Eso es todo.

Saludos

miércoles, 28 de marzo de 2012

LXXII

-"No tengo nada que perder sólo peso y voz"  Hablando en Plata - Nada que perder

-"Siempre quedan aquellos que asumen la responsabilidad de defender a Dios, como si la Realidad Suprema, el marco sustentador de la existencia, fuera algo endeble y desamparado. Estas personas son las que ven a las viudas deformadas por la lepra que piden unas cuantas monedas y pasan de largo, que ven a los niños harapientos que viven en la calle y pasan de largo. Piensan: todo va bien. Pero si perciben un desprecio hacia Dios, eso ya es harina de otro costal. Enfurecen, se ponen rojos, respiran agitadamente, farfullan de indignación. Su determinación es aterradora"  Yann Martel - Vida de Pi

-"Well I'm just a kid of ill repute but the skin I wear's my only suit and you  are just a substitute for the one that I hold dear"  Two Gallants - Despite What You've Been Told

-"Bajo la oscuridad púrpura de sus párpados, contempló lo que él consideraba el hecho más cruel de la vida: que los sacrificios eran realmente sacrificios"  Kurt Vonnegut - Mire al pajarito: Fubar


Saludos


domingo, 18 de marzo de 2012

Traidor (Relato)

-¿De dónde has sacado eso?
Cuando imaginó la situación no contempló esta respuesta. Ella lo acusaba de una dolorosa infidelidad y él, en lugar de negarlo o derrumbarse a sus pies arrepentido, la menospreció con esa pregunta. Esa pregunta no era solamente una negación implícita, sino que mandaba la acusación al terreno de la invención, la convertía prácticamente en una carta sacada de la manga. Como ya le dijo en una ocasión anterior, para él esto no era más que "una de esas películas que os montáis las mujeres cuando os aburrís".
Sin embargo, a pesar de la sorprendente cantidad de dolor que le produjo el desprecio de una persona a la que ya no amaba, lo que más daño le hizo fue su incapacidad de rebatirle de manera enérgica, contundente y airada. En vez de eso se acobardó, agachó la cabeza como el empollón que ve venir a un grupo de matoncillos a hincharlo a collejas.
Cuando tomó la decisión de acusarle en su cara lo hizo porque se sentía despechada, porque tenía la necesidad de gritar mirándole a los ojos, porque creyó que una vez hubiese dado el valiente paso de enfrentarse a él ese valor continuaría con ella hasta el final de una larga y llena de reproches discusión.
Ahora se encontraba frente a él y esas previsiones, esos deseos se habían derrumbado.
Entonces fue cuando sintió lastima. Por si misma y por él. Por ambos. Porque se había defraudado. Porque él no era el hombre que pretendía ser. Porque habían perdido el tiempo en una relación destruida por un tópico. Porque (y quizá esta fuese la principal causa de su lástima) el hombre del que un día estuvo enamorada se había convertido a sus ojos en un perro traidor...


Saludos

viernes, 9 de marzo de 2012

Destellos (Relato)

Aparecen en mi vida como ráfagas, destellos de belleza, imágenes iluminadas en torno a una oscuridad ficticia, aisladas entre la muchedumbre.
Me sorprende que sólo yo parezco percatarme de su presencia, sólo yo las observo disfrutando, privilegiado, de tan fugaz regalo.
En ocasiones alguna de ellas se da cuenta de mi furtiva observación y, con suerte, me sonríe inquieta y ruborizada, temerosa de unos ojos curiosos.
Entonces, en ese momento de pura inocencia y júbilo, me gusta pensar que únicamente un dios podría crear tanta belleza.
Y un instante después desaparecen y dónde antes había belleza ahora queda una corriente de aire caliente donde papeles se agitan y flotan girando en espiral. Yo me acerco y recojo como puedo esos papeles, que contienen palabras, que forma frases, que componen un mensaje:

Y el momento ha pasado. Nuestro momento ha pasado. Calma y éxtasis dieron paso al ansia y a la desesperación. Buscas mensajes en hojas flotando en una corriente de aire caliente...


Saludos

domingo, 26 de febrero de 2012

Un mes mas tarde...

... le quité las telarañas al teclado para descubrir, ¡oh, infausto destino!, que una de las teclas no funcionaba. ¿Cómo escribir con semejante contratiempo?
Iba a necesitar de todo mi ingenio y de mis capacidades literarias al completo para poder compartir mis ideas sin necesidad de una letra del alfabeto. Si mi ingenio me fallaba (lo que era posible) y mis capacidades literarias  se quedaban cortas (lo que era posible) iba a tener que divagar.
Tenía claro que no iba a recurrir a trucos ni recursos fáciles como sustituir palabras imposibles de teclear por sinónimos desconocidos encontrados en el diccionario. Iba a tener que enfrentarme a este giro de los acontecimientos por mi cuenta y riesgo, sin ayudas externas.
Sin olvidar que en unos minutos comenzaba un partido de basket que quería ver, así que tampoco me dejaba a mi mismo demasiado tiempo que perder pensando en circunloquios para sustituir esas palabras con la letra maldita.
En realidad lo único que tenía claro es que el tema que iba a tratar era precisamente el que estáis leyendo y que me traía por la calle de la amargura: cómo afecta esta limitación a un proyecto de escritor ya de por si limitado.
Sin embargo, y apenas sin darme cuenta, fui consciente de que había sido capaz de contar mi problema, si bien no de forma extensa, al menos de forma compacta, un adjetivo que en este caso no parece demasiado positivo pero que, personalmente, me conforta.
Y así fue como superé el bache: escribiendo sobre el bache sin caer en el bache.
Suficiente

Un texto esquivando el uso de la uve doble, puedo estar orgulloso.

Saludos

jueves, 26 de enero de 2012

Graznido: La cantidad de mensajes...






La cantidad de mensajes Ok que enviamos con el WhatsApp y que antes con los SMS se daban por hecho







viernes, 20 de enero de 2012

LXXI

-Casi puedes escuchar las cabezas explotar.

-"El Loco la palabra ansia se la come"

-"¡Qué guapo está lo absurdo!"

-"Citaré el caso de uno de estos mancebos de cultura somera y ademanes finústicos, que, tras una temporadilla de dos semanas en París, volvió acá reventando de exquisitismo europeo. Su refinamiento no excluía el gusto extravagante de algunos manjares españoles tan ordinarios como sabrosos. En suma, que le gustaba con delirio el plato llamado callos. Entró a cenar con varios amigos en uno de los mejores restaurantes de Madrid; mas no se atrevió a pedir el comistraje de su gusto con el nombre español, que a su parecer era lo más contrario al buen tono. Después que sus amigos pidieron lo que les vino en gana, él dijo al mozo: Para mí traiga usted... A ver, a ver... ¿Cómo se llama eso?... Ya, ya... tripe à la mode de Caen"  Benito Pérez Galdós - Episodios Nacionales: Cánovas


Saludos

martes, 17 de enero de 2012

Puntos suspensivos

Hay una cosa fundamental: nunca fueron capaces de descifrar la forma en que las veía.
Cómo imaginaba la manera en que mi vida encajaría con las suyas, sin fricciones, únicamente lógicos reajustes.
Cómo el apenas conocerlas alimentaba mis ganas de que me descubriesen todo lo referente a ellas.
Cómo mi único anhelo era compartir más tiempo con ellas.
Cómo eran un motivo para despojarme de mis más miserables defectos.
Cómo mi principal objetivo sería protegerlas y hacerlas felices.

Pero ninguna vio nada de esto. Pasé como pasa la hoja de un libro: necesario para el conjunto pero irrelevante por sí solo. Parte de su vida, pero no una fundamental.

A veces siento puntos suspensivos...


Saludos

lunes, 2 de enero de 2012

Escalas (Relato)

Guille tiene un problema. Más bien, está metido en un problema. No es que sea grave, pero sus consecuencias no van a ser agradables.
En una escala del 0 al 10 en la que el 1 es que se te caiga un botón de la camisa y el 10 que tu vida corra peligro, el problema al que se enfrenta Guille está en torno al 8. Un problema notable, es cierto; sin embargo, buscándole la parte positiva, habéis de saber que el problema se solucionará muy rápido: Guille no va a tener que dedicarle tiempo a pensar como resolverlo porque se va a resolver sólo. Mejor dicho, lo van a resolver por él.
A Guille le van a dar una paliza entre tres tipos, ese es su notable problema. No es preocupéis, saldrá de esta. No se van a ensañar demasiado con él, aunque alguna patada si le darán cuando ya esté dolorido en el suelo. Indignante, un escándalo: que tres tipos golpeen a otro es vergonzoso. Si, bueno, el mundo es injusto, vaya novedad.
Algo habrá hecho. En realidad no tendría por qué, las calles están llenas de gilipollas buscando un pringado con el que desfogarse porque llevan una miserable vida. Pero este no es el caso. No es que no sean gilipollas es que Guille sí ha hecho algo.
En una escala del 0 al 10 en la que el 1 es mirarlos fugazmente y el 10 matar a alguien de su familia, lo que Guille les ha hecho a estos tíos no llega al 6. Una respuesta desproporcionada sin duda, pero para el tipo de tíos que se meten a dar palizas por sólo un 6 lo de las respuestas proporcionadas o por llamarlas de otra manera, lógicas, está lejos de su entendimiento.
Guille ha intentado ligar con la novia de uno de ellos. Hay para quien esto no sería ni un 5, pero cuando tu novia se sienta en la barra de un bar vestida como una actriz porno checa hay un diferencial de valoración que habría que tener en cuenta. No quiero decir que porque vista de forma más evidente que sugerente sea más propicia a tener encuentros sexuales con prácticamente desconocidos, pero en realidad es así.
El caso es que ninguno de ellos ha visto como Guille se acercaba babosamente a ella y le decía una guarrada al oído, pero ella, en un novedoso alarde de dignidad femenina y nunca con la intención de que el baboso recibiese un castigo,  fue rápidamente a buscar al maromo y sus secuaces para que restableciesen su maltrecho honor.
Guille está colocado y es estúpido. Así es como comienza todo. Estás sentado en una mesa de póquer, tus cartas no son buenas y demás son de una baraja española: no es sólo que vayas a perder, es que te van a dar de hostias por gilipollas. Claro que Guille no sabe que es estúpido, pero si que sabe, mientras ve venir a tres tipos enfurecidos (dos de ellos se hacen los enfurecidos, en realidad la cosa no va demasiado con ellos y sólo acuden al olor de la futura sangre) que su única coartada es que está borracho. Una lástima que los tíos que tiene enfrente no vengan con intención de dejarle articular palabra.
Le caen tortas cual chaparrón en un día de tormenta: mucha intensidad en un corto periodo de tiempo. La manada de lobos se aleja triunfante tras cobrarse una nueva presa y Guille queda dolorido en el suelo, con la borrachera disipada por el dolor y la adrenalina y pensando, en su limitada aunque amplia estupidez, que por lo menos no le han roto la camisa.


Saludos