miércoles, 28 de abril de 2010

LVII

-"Can we pretend that airplanes in the night sky are like shooting stars? I could really use a wish right now" B.o.B. - Airplanes feat. Hayley Williams

-"Mi Campanilla, mira que desperdiciar a un Peter que hubiese besado el suelo que pisas" Rapsusklei & Hazhe - Jazz Elak Olé

-"El general lamento era que España tenía todo lo bueno que Dios crió, menos gobernantes que supieran su obligación, resultando que con unos y otros siempre estábamos lo mismo" Benito Pérez Galdós - Episodios Nacionales: Luchana

-"...por alguna curiosa razón, los hombres y las mujeres siempre miran primero a una mujer hermosa y luego desvían la vista hacia su acompañante de un modo inquisitivo, a ver quién será ese fulano. Como para comprobar si su apariencia la merece, y si él está a la altura de las circunstancias" Arturo Pérez-Reverte - La carta esférica

Saludos

domingo, 25 de abril de 2010

Recordando: Sigue corriendo (Relato)

Tenía que llegar. Sabía que era necesario llegar. Así que heché a correr. A correr como nunca antes había corrido. Sería la carrera de mi vida, no por su importancia, sino porque literalmente iba a decidir mi vida. Designaría mi futuro, la dirección que iba a tomar mi destino. Me lo jugaba todo a cara o cruz: si llegaba, ganaría; si por el contrario me quedaba por el camino, habría que ver qué desagradables consecuencias me depararía el azar.
Estaba corriendo lo más rápido que podía y conforme lo iba haciendo me daba cuenta de la rápida decadencia de mi forma física. Perdí el ritmo de la respiración. Recuerdo que en el colegio te enseñaban que había que inspirar por la nariz y espirar por la boca. En esos momentos las enseñanzas se desvanecieron. Respiraba como podía, desacompasadamente, siempre por la boca. Nada bueno. Pero tenía que seguir corriendo.
Corrí por sitios que ni siquiera recuerdo, esquivando gente a la que no me daba tiempo a reconocer. Pero tenía que seguir corriendo.
Sudor frío, goteando por mi espalda, empapando mi camiseta. Notaba los latidos de mi corazón en los oídos y martilleando en mis sienes, cada vez más fuertes, cada vez más rápidos, cada vez más dolorosos. Pero tenía que seguir corriendo.
De repente, dolor en el estómago. Eso que llaman flato. Hacía tiempo que no me ocurría, el mismo tiempo que hacía que perdí el hábito del deporte. Fue como un pinzamiento, como si alguien me estuviese estrujando el hígado con sus propias manos. Además noté que mi garganta sabía a sangre. Estaba seca y dolorida por la mala respiración. Pero tenía que seguir corriendo.
Y cuando llegué, ya no estaba allí. Nunca supe si se acababa de marchar, si se había ido hacía ya tiempo o si ni siquiera había estado allí nunca.
Ahora, con el tiempo pasado no recuerdo cual era mi objetivo, hacia qué corría. No recuerdo si era una mujer, un poder, una ambición, un sueño extravagante. No lo consigo recordar. Supongo que, en realidad, no importa fuese lo que fuese.
En lo que ahora pienso es en todo lo que me tuve que perder por ir demasiado rápido.


Saludos

lunes, 19 de abril de 2010

LVI

-"Aprendí a caminar sin mapa, a irme de caminata sin comodidades ni lujos, protegido por los santos y los brujos" Calle 13 - Pal norte con Orishas

-"A veces soy cuchillo y a veces soy herida. Y otras veces soy silencio y casi siempre soy ruido" Mártires del Compás - No vale la pena

-"Cada vez me quejo menos. Los problemas son más grandes y duraderos pero los supero" Tote King - Hace tiempo que... con Titó y Quiroga

-"Gran parte de una desgracia cualquiera consiste, por así decirlo, en la sombra de la desgracia, en la reflexión sobre ella. Es decir, en el hecho de que no se limite uno a sufrir, sino que se vea obligado a seguir considerando el hecho que sufre" C. S. Lewis - Una pena en observación

Saludos

lunes, 12 de abril de 2010

Tiempo de clase

Llevo aproximadamente 20 años de mi vida siendo alumno. Jardín de infancia, primaria, E.S.O., Bachiller, ahora Universidad y entre medio conservatorio de música. Horas y horas dedicadas a escuchar y prestar atención a un profesor. Siendo, además, hijo de profesor, que de por sí no significa nada, pero que marca a fuego un tipo de conducta dentro de las paredes de un aula.
Pero no nos colguemos medallas precipitadamente. Todos hemos sido jóvenes y, por tanto, estúpidos. A mi también me aburrían las clases, no por sí mismas, sino por su obligatoriedad.
Si por nosotros fuera, con 12 años no nos metíamos en una clase ni de broma, pero explícale eso a tu madre y a ver que te comenta. Siendo la cosa así, para matar el tiempo realizabas diversas actividades más o menos molestas para el profesor y compañeros, a saber: hablar, dormitar, juegos de bolígrafo, pintar en el libro de turno, arrojar partículas de diferentes materias a compañeros y cualquier otra cosa con la que hayáis perdido el tiempo en clase.
Pero esa cualidad de las clases , la obligatoriedad, se esfuma cuando entras en la facultad. Es irrelevante que entres o no a clase; siempre encontrarás a alguien que te deje, más o menos gustosamente, los apuntes. En el peor de los casos tendrás uno de los raros casos de profesores que pasan control de asistencia esporádicamente para, en caso de nota final dudosa, echarte de la revisión bajo el motivo de que no acudes a clase.
Por eso nunca entenderé a esa gente que entra en clase y se pone a hablar con su amigo. Y no hablo de los casos en los que comentas algún concepto de la explicación, o le repites lo que acaba de dictar el profesor o te permites un chascarrillo de no más de una frase.
Hablo de esa gente que mantiene conversaciones durante la hora que puede durar una clase, obligando al profesor a interrumpir sistemáticamente su explicación para pedir silencio porque, no olvidemos que en una clase en la que pueda haber más de cincuenta personas habrá como mínimo tres o cuatro conversaciones en activo, con el rumor de fondo real y tangible que eso supone.
Vamos a ver: tenéis por lo menos veinte años (sorprendentemente los repetidores y por tanto más mayores son más propensos a la charla) como para andar haciendo el canelo, porque no tiene otra palabra. Perdéis el tiempo y, ya no es que se lo hagáis perder también a vuestros compañeros (que como sois gilipollas seguramente ni los respetéis), sino que se lo hacéis perder al profesor, que no hace más que su trabajo (aunque supongo que como sois gilipollas tampoco lo respetáis)
Y no son insultos gratuitos. Demostráis vuestra gilipollez a diario, entrando a clase para hablar en vez de quedaros bebiendo cerveza en la cafetería, jugando a las cartas en el césped o fumando porros en el aparcamiento, cualquiera de las tres cosas que hacen los estudiantes sensatos cuando quieren charlar con los amigos.

Saludos
(Especial dedicación a mi amigo Manolo que con su recién recibido título de Licenciado no tendrá que soportar más a esta gente y que, además, me ha pedido más artículos y menos relatos)

miércoles, 7 de abril de 2010

Lugares comunes (Relato)

-Creo que nos estamos quedando sin alcohol. Esta noche odio esta puta ciudad.
Ella me devuelve una sonrisa cómplice, conocedora de mis varias extravagancias, entre ellas esta de , sin motivo alguno, soltar frases de canciones al azar. Sin embargo, tras la sonrisa cambia su gesto como descubriendo alguna amarga verdad escondida tras mi frase.
-¿Qué te ocurre?-me pregunta.
-¿Cuanto hace que nos conocemos?
-¿Sabes que podemos entrar en un largo bucle como empecemos a contestarnos con más preguntas?-vuelve a sonreír, aunque esta vez algo más forzada, intentando romper una tensión que sabe que se está formando aún sin saber por qué.
Aunque no estamos sólos en la habitación la conversación de nuestros amigos me importa lo mismo que la de unos desconocidos en la mesa contigua de cualquier restaurante.
-No, en serio, ¿desde cuando nos conocemos?¿Desde cuando puede decirse que somos amigos?
-Pues no sé exactamente. Tres años, cuatro quizás-me contesta, cada vez más extrañada del tono que está tomando la charla-Pero ¿a qué viene esa pregunta?
-Tú me conoces. Sabes como soy y lo que me pasa... aunque no siempre... a veces... en realidad casi siempre. Pero contigo es diferente. Contigo estoy como más... ¿cómo decirlo?... más como quiero ser, si es que eso tiene sentido. Por eso contigo es diferente... aunque ahora no lo esté pareciendo. Por eso siempre he pensado en nosotros... en tú y yo, quiero decir... en que quizá... pero siendo amigos entiendo que puede ser complicado... pero no puedo evitar pensarlo-mis ojos vagan en todas direcciones, tan pronto mirando el gesto de incredulidad en su cara como alzándose al cielo suplicando alguna muestra de que comprende lo que le quiero decir-No sé si entiendes lo que quiero decir.
-La verdad es que no-me contesta sin comprender o no queriendo comprenderlo-Pero ¿estás bien?¿Te pasa algo?
-Déjalo-respondo apurando mi copa-Son sólo estupideces.

Saludos

domingo, 4 de abril de 2010

LV

-Si quieres explicarme algo, escribe un libro.

-"I'm the hero of the story. Don't need to be saved" Regina Spektor - Hero

-"Creedme: odio las fiestas de Año Nuevo, todos desesperados por divertirse tratando de celebrarlo de algún modo mísero. ¿Celebrar qué, un paso más hacia la tumba? De ahí que nunca me canse de decir aprovecha todo el amor que puedas dar o recibir, toda la felicidad que puedas birlar o brindar, cualquier medida de gracia pasajera... si la cosa funciona. Y no te hagas ilusiones, no depende de tu ingenuidad humana ni mucho menos, más de lo que te guste admitir es suerte en tu existencia. ¿Conoces la probabilidad de que entre millones de espermatozoides de tu padre uno encontrara el óvulo que te creó?... No lo pienses, te daría un ataque de pánico" Si la cosa funciona

-Bebí para olvidar que no te vería.

Saludos