domingo, 22 de agosto de 2010

Diálogos

La eterna duda entre decir la verdad o lo conveniente.
Lo conveniente: una mentira (¿piadosa?), un eufemismo. Una manera de continuar una conversación hasta llegar a un objetivo, esquivando verdades, dejando caer conveniencias. Siempre con una sonrisa en la cara.
Es incierto que el alcohol actúe de desinhibidor, simplemente ayuda a mantener esa sonrisa enmascaradora de pensamientos.
A veces la verdad y lo conveniente son lo mismo, pero algo que no nos atrevemos a decir. Se crea entonces un ente difuso que llamamos hablar de nada porque temo hablar de lo que quiero, porque temo tu reacción, porque temo tu negativa.
Si esa negativa se produce, lo que creíamos conveniente ¿se convierte en inconveniente?
No olvidemos que la conveniencia de lo dicho dependerá de la reacción de nuestro interlocutor.
Y es que cuando dices la verdad te miran como si les estuvieras mintiendo. Acostumbradas a escuchar conveniencias han perdido la capacidad de discernir entre verdad y mentira.
Nos convertimos en seres desconfiados creyendo que todos actúan como nosotros, hablando vaguedades que no nos comprometan pero que al mismo tiempo bajen las defensas ajenas, intentando no caer en contradicciones y buscando las contradicciones ajenas como línea de flotación sobre la que atacar.
Porque todos queremos lo mismo, pero nadie lo dice directamente y perdemos el tiempo.
Y mientras tanto más meses de espera...

Saludos

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