miércoles, 4 de mayo de 2011

¿Quién escucha al oyente?

Quieres hablar y deciden hablar. No pueden extrañarse si luego no hablas.
"Es una cosa que tenemos que hablar" se convierte en que hablas, te explayas, te escucho y luego te lamentas de no haberme dejado hablar.
Tres o cuatro ideas (sentimientos) que quería transmitir. Tras la segunda se acabó mi turno de palabra. Y, por una vez, había pedido no tener que escuchar. Repito: por una vez había pedido no tener que escuchar. "A mí me gustaría que a mis amigos les pida una cosa..."
Los focos nunca me iluminan. No lo busco, aunque quizá lo necesite y no lo sepa. Eso no quiere decir que siempre te enfoquen a ti.
"¿Con quién hablo esto...?"
¿Y yo?

Saludos