martes, 24 de mayo de 2011

...

Un día de esos en los que escuchas chirriar los engranajes de tu cabeza como si estuviesen oxidados y a punto de salirse de su sitio, en los que un sonido que ni siquiera tú escuchas te aturde hasta hacer de ti un ser incapaz de cualquier actividad que necesite algo de concentración, en los que debería estar aceptado llegar a tu jefe y decirle Ya mañana vengo y hago algo más que hoy.
Neuronas corriendo desesperadas en lo que parece ser una fábrica a punto de explotar: medidores de presión reventando, tuberías expulsando vapor por sus junturas, sirenas rojas avisando del peligro y diminutas voces gritando ¡Corred!¡Esto va a estallar!.
El resto del día es una, por momentos ansiosa, espera del sueño reparador.

Saludos

No hay comentarios: