domingo, 5 de junio de 2011

Una buena chica

A día de hoy no dudo que seas, como se suele decir, una buena chica. Incluso me atrevería a incluir un muy por delante. Esta apreciación se sustenta, cada vez más, en fe ciega. Tus actos demuestran lo contrario. Y para todos habrá una justificación, como no. Pero la línea que separa la justificación de la excusa es fina, como enormes son los matices que diferencian ambas palabras.
Y no pido justificaciones ni excusas (¿quién soy yo para pedir?). Pero sí que echo de menos cierto grado de honestidad (algunos insultarían al concepto denominándolo madurez). Aunque quizá sea un concepto demasiado importante como para rebajarlo al meterlo en este tipo de historias, de "juegos".
No me gusta que el resentimiento escriba estas palabras, pero lo hace. Y lo permito. Y no va a cambiar nada. Y lo sé.
Obvias muestras de indiferencia rozando el desprecio (-Resentimiento, ¿de verdad queremos decir desprecio? -Sí, desprecio)
Sin embargo me resisto a dar carpetazo. Porque sigo sin dudar que seas una buena chica.

Saludos

2 comentarios:

Hitch dijo...

Como diría Shrek "mejor dentro que fuera". Quedarte con esa sensación en el estómago no es bueno, de esas tengo demasiadas y voy quitandomelas poco a poco. A mí me impiden avanzar.
Dicho esto, ahí va mi opinión:
La honestidad la da la confianza, pero hasta llegar a ella la diplomacia y, sobre todo los clichés, mandan.
Un abrazo

Hitch dijo...

Te lo dice el que estuvo casi 2 años detras de una de las tías más tontas que ha parido madre...