martes, 1 de noviembre de 2011

Y si con esto...

Donde debería estar el corazón late y crece una bola de rabia y frustración que inunda lentamente todo mi cuerpo.
Y mientras escribo y escucho Si te vas... de Extremoduro, barro y recojo toda la rabia propagada y la expulso con la tos que me acompaña desde hace días.
Y la idea de hacer algo estúpido coge forma y fuerza. Señalarla con el dedo y a voz en grito decirle que sí, que todas esas cosas eran por ti, que fuiste el germen de cada sentimiento plasmado en palabras, que ni yo comprendo por qué pero es así.
Y su cara de incredulidad y "¿de qué está hablando?".
Porque ni yo me lo creo.
Porque en realidad no hago más que alimentar la obsesión. Como aquello de "no pienses en osos polares".
Pero la idea de hacer algo estúpido es atrayente. Escribir un manido final para una de tantas películas románticas, sólo que, esta vez, el protagonista seguramente no se quede con la chica. Y entonces el final no sería tan manido. Los buenos no salvarían el mundo, como quién dice...

Interrupción técnica: un sólo ordenador en casa y hay prioridades.
Ahora la cosa es trivial. Hasta la próxima vez que vuelva a cobrar importancia.

Saludos



1 comentario:

Hitch dijo...

Una vez más brutal!
Directo, sin medias tintas, dejandote llevar, cuando escribes a base de impulsos consigues meterme más y más en la historia, llego a asumirla como mía.
Un abrazo!