miércoles, 29 de octubre de 2014

Cristales

La valentía es un arma poderosa: puede llegar a dañar tanto a su objetivo como al que la detona. Y, a veces, se parece demasiado a la insensatez.
La realidad es un espejo roto de reflejos divergentes. Cada observador recibe una imagen distinta de un mismo todo.
Lo que puede parecer estúpido o insensato, erróneo, podría ser el paso más lógico para la mente lúcida, ilusionada, de un buen hombre. Cristales con los que se mira y esas cosas.
Siempre esa cortina brumosa de vagas imprecisiones que no te deja discernir más allá de lo que tu sentido común dice que debería pasar. Solo la fe del que conoce dónde quiere llegar y la certera confianza del que alcanzará su destino sin importar cuantas vueltas tenga que dar.
Ahora comprendo que cada línea trazada en el suelo ha sido una manera de avanzar, no de dejar cosas atrás. Porque siempre esperas que el viaje sea largo, y en eso estamos.


Saludos

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