martes, 9 de junio de 2015

Cuerdas

Cada vez que la mira su expresión es de incredulidad.
Como si fuese incomprensible que esté caminando a su lado, al comprobar que no es una figura etérea fruto de su imaginación, la sorpresa de una realidad tangible se refleja con innegable evidencia en su rostro.
Y entonces, como una sensación que estuviese fraguando en su interior expandiendo su raigambre, se siente afortunado.
Nada tan simple. Nada tan complicado

A vosotros, fotocopias en otra rebanada de un mismo pan, os diré que la busquéis, no importan los sinsabores ni las decepciones del camino, porque en algún lugar estará su fotocopia. O, si es que la suerte es inmutable, transferible y constante, mantenedla a vuestro lado cuando vuestras órbitas os acerquen.


Saludos

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