miércoles, 20 de enero de 2010

Medicación (Relato)

Tos seca. Escupe sangre en el fregadero. Cada vez que lo hace, y es a menudo, se acuerda de Constantine, esa película protagonizada por Keanu Reeves basada en una serie de cómics de la editorial DC/Vértigo. Ambos soportan la misma enfermedad: cáncer de pulmón. Aunque en su caso eso fue sólo el origen. Ahora ese cáncer está metastatizado.
Hace meses que recibió el desahucio médico. Dejaron de administrarle morfina para los dolores cuando esta dejó de hacerle un efecto real sin riesgo de sobredosis. Ningún doctor se atrevió a rozar esa línea que separa el exceso de celo profesional por evitar dolor y la eutanasia. Tampoco es que se lo reprochase: ningún cliente puede obligar a ningún trabajador a saltarse las leyes en su empleo.
Desde entonces empezó a "automedicarse" con marihuana "terapéutica". La había consumido de joven pero cuando comenzó su vida laboral abandonó el consumo pero mantuvo el hábito de fumar tabaco.
Puto tabaco. Ahora maldice cada cigarrillo que ha fumado en su vida. No es tan estúpido como para culpar exclusivamente al tabaco (¿alguien ha dicho polución?) pero es innegable que no le ayudó.
Lógicamente su consumo de marihuana no es el más habitual, sería prácticamente un suicidio. En su lugar hace infusiones. Siempre anda por casa con un vaso lleno de un líquido verdoso. La idea es permanecer colocado todo el día. Así se encuentra sedado, como si parte de su espíritu anduviese fuera del cuerpo.
Sabe que cualquier día morirá durante un horrible ataque de tos, falto de oxígeno mientras esputos de sangre salen disparados de su boca. Tiene interés por saber si toda esa historia del cielo y el infierno es real. Sería gracioso que fuese como en la película...

Saludos

1 comentario:

Javier dijo...

Grandioso... me ha encantado.

Ahora espero más de ti.

1saludo y a cuidarse.