Junto a nosotros sólo caminan los fantasmas de la gente que hemos dejado por el camino y nuestra sombra. Nada luminoso ni esperanzador. Pura realidad.
La vida te lleva a callejones sin salida, allí donde no hay alternativas ni planes "b", allí donde la única opción es desandar el camino con la cabeza erguida.
¿Qué nos queda entonces? Resignación y lucidez. Cervezas con amigos y buena música. Rodearnos de gente que tenga algo que decir, aunque sea una verdad que nos incomode. Esfuerzo y dedicación. Arte y palabras. La vida en toda su oscura y brillante plenitud.
Unos ojos en los que vernos reflejados.
Saludos