sábado, 19 de mayo de 2012

Claroscuro (Relato)

El teléfono suena y una voz femenina grita ¡Voy! como si el que estuviese al otro lado de la linea se fuera a enterar. Elena sale de la ducha y corre hacia el teléfono con cuidado de no resbalar. No quiere que el que le hable al descolgar sea Jaime, su novio, pero resulta que es así.
-Hola guapa, ¿cómo es que has tardado tanto en descolgar?¿Pasa algo?
-Hola cari. No, nada, me has pillado dándome una ducha, que he estado planchando ropa y estaba acalorada. ¿Y tú qué, qué andas haciendo?
-Aquí matando el tiempo. Poca cosa. Me he pasado la tarde ayudando a mi padre a hacer limpieza en el trastero y estoy baldao. Sé que habíamos hablado de vernos esta noche, pero estoy reventao, en serio, ni imaginas la de mierdas que hemos tenido que tirar. Pero vamos, que si quieres me acerco un rato a tu casa y vemos una peli o algo.
-Pobrecito mi niño. No te preocupes, no creas que yo me encuentro muy católica. Me esta dando un dolor de cuello de los que tú sabes. Voy a cenar tempranito y a la cama, así descanso y quedamos mañana por la tarde, que tenemos que comprarle un regalo de cumpleaños a mi madre, que luego se nos echa el tiempo encima.
-Pues vaya como estamos los dos. Nada, guapa, cuídate y descansa y mañana quedamos. Un beso.
-Un beso cari. Hasta mañana.

Elena cuelga el teléfono con una sonrisa en la cara. Vuelve a su cuarto y ve el vestido que hay tendido sobre la cama, el que se va a poner esta noche cuando salga con sus amigas. Es mejor así, piensa, si le digo que voy a salir se pone en plan celoso insoportable.

Jaime cuelga el teléfono con una sonrisa en la boca. Sale de la habitación en la que entró para hacer la llamada y amortiguar el sonido de su grupo de amigos, que siguen en el salón bebiendo cerveza y diciendo barbaridades a voz en grito. Cuando entra en el salón le dicen lo típico para picarle: que si es un calzonazos, que si la jefa le ha dado permiso y ese tipo de cosas. Es mejor así, piensa mientras coge la cerveza que le tiende uno de sus amigos, si le digo que voy a salir se pone en plan celosa insoportable.

Podría seguir y decir que, en una conspiración del destino contra ellos, se encuentran en cualquier bar o discoteca y se preguntan mutuamente el clásico ¿Qué haces tú aquí? para posteriormente continuar con el ¿Con quién estás? mientras sus respectivas amistades hacen mutis por el foro, terminando con una escalada de acusaciones y de Eres un mentiroso/a, Y tú más.

¿Pero sabéis que? Es tan triste en el sentido de patético que prefiero no hacerlo y dejarlo sólo esbozado.

Saludos

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