sábado, 15 de marzo de 2014

La sonrisa del payaso

Un hombre va al médico y le dice que está deprimido, que la vida es dura y cruel. Dice que se siente solo en un mundo amenazador. El médico le dice:
-El tratamiento es muy sencillo: el gran payaso Pagliacci está en la ciudad. Vaya a verle, eso le animará.
El hombre rompe a llorar.
-Pero doctor; -le dice- yo soy Pagliacci.


Tenía pensado escribir sobre como, en ocasiones, toca sonreír y hacer reír sin ganas y con un nudo en la garganta; un automatismo social que te evite hablar sobre aquello que no quieres estar viviendo. Sobre como es más fácil responder un ambiguo "No me puedo quejar" a un comprometido "¿Cómo estás?". Sobre como, en ciertas travesías, ni la música te sirve de analgésico.

Pero, igual que te adormece hasta la pesadilla, lo sorprendente e inesperado hace que, como un cubo de agua fría, te despiertes en la realidad de un corazón latiendo acelerado.
Después de que te veas zarandeado y caído en el suelo hay quien, sin saberlo, te ha tendido la mano (todo un brazo) y te ha ayudado a levantar. Alegría e ilusión contagiadas y utilizadas de reconstituyente.
Un brindis por esos días largos suficientemente buenos.

Saludos


Especial dedicación a todo un equipo.

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