viernes, 4 de julio de 2008

Tránsito

Vidas que se cruzan en un punto para nunca más juntarse. Los caminos no son rectos: se acercan, se alejan, transcurren en paralelo para súbitamente convertirse en uno sólo hasta volver a bifurcarse. A veces elegimos el momento en el que esto sucede. Otras veces lo eligen por nosotros.
Socavones, baches, patadas en la espinilla. Sientes que el mundo no te quiere y que puedes hacer algo para cambiarlo pero ¿qué? Sólo dos opciones: cambiar tú o cambiar el mundo. Es una cuestión de fuerza. Los cambios son chirríos. Por eso nos cuesta cambiar pero saltar de camino, campo a través, es gratificante. También es duro y difícil. Curte el carácter.
¿Por qué curtir el carácter? ¿Es malo tener un carácter blando? Si es necesario curtiré el carácter de quien haga falta, enderezaré su camino.
Podemos volver atrás pero nos resitimos. Volver es perder tiempo, ¿perder vida? Nos equivocamos al pensar que es una manera absurda e intrascendente de ¿perder vida? Volver al inicio no nos devuelve las oportunidades pero puede darnos perspectiva.
A veces te interpones. Tu camino es tuyo, si quieres yo me quito. ¿Por qué te resistes a apartarte del mío? Amor, amistad o venganza.
Miro a un lado y estoy yo al principio. Siempre me acompañó, siempre me acompañará. Hay tanto que aprender, que compartir con uno mismo. Largas conversaciones en realidad monólogos.
Todo se reduce a vivir.
Saludos

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy grande...