miércoles, 9 de febrero de 2011

Oración 5

Déjalo todo al azar y nunca pasará nada. Como si la lotería le tocase a alguien que no compra boletos.
La fina barrera entre el interés y la obsesión.
Completos desconocidos que se sientan uno frente a otro y hablan ¿de qué?¿Tus intereses y los míos?¿Vaguedades en vez de verdades comprometedoras?
Parejas que buscan alguien nuevo en sus vidas para sustituirse como el que busca un trabajo mejor mientras está currando.
La importancia de leer. Dedicar el tiempo libre a aquello con lo que disfrutas. Nada tan absurdo como auto imponerse la lectura porque es lo adecuado.
Demasiadas cosas que hacer y demasiadas pocas ganas. Comodidad. Y hablo de todos. ¿O es que no hay nada que hacer, nada que cambiar?
Tengo momentos, como todos.
Hay ocasiones en las que el ambiente se enrarece y notas que puede pasar algo, como un sentido arácnido poco agudizado.
Borde sin premeditación y sin intención. "Adiós, simpático". Inoportunas las veces que no pienso lo que digo. Las risas posteriores lo compensan. Aunque se fueron cabreadas no por ello dejaba de llevar razón. Me perdió la forma tan cortante. Una noche más, una anécdota más. Sé de alguien que se reirá con esto. Otra risa que compensará.
Un bloc blanco del que consumo hojas a un ritmo demasiado bajo. Manuscritos que, si en el futuro valiesen algo, habrán desaparecido para entonces. El cuento de la lechera.
Cuando escribo este tipo de cosas no temo repetirme. Simplemente crearía un tema recurrente.

Saludos

2 comentarios:

Uno más dijo...

Benditas las veces que no piensas lo que dices. Si la gente no se centrara en ser tan "políticamente correcta" todo iría mejor...o por lo menos seria mas divertido.

Pd: fue buenisimo, jajajajaj

Hitch dijo...

Estoy de acuerdo, la de veces que nos hemos reído por no pensar lo que deacímos o por ser cortantes, es nuestra vidilla, si no, no seríamos así de cabrones. Es nuestro encanto.