martes, 15 de julio de 2014

El andén (Relato)

Como si de la típica película romántica se tratase, la acompañé a la estación de autobuses para allí despedirnos.
A pesar de que nuestra separación tenía una fecha de caducidad, las despedidas siempre son dolorosas; aunque en esta ocasión, tenía un plan.
Allí estábamos, uno frente al otro junto al autobús que pronto nos alejaría. Un último beso, un último abrazo. Tras eso, me di la vuelta y me marché.
Ni siquiera esperé a que montase en el autobús; y mucho menos a que este arrancase y saliese poco a poco de la estación mientras yo, de pie en el andén, viese su esquiva silueta ocultarse entre los cristales tintados y los reflejos del sol.
Mi última imagen hasta nuestro reencuentro no sería un vehículo abandonando un edificio. Por el contrario, iba a ser su cara a escasos centímetros de la mía y sus ojos brillando quién sabe si de felicidad, quién sabe si gracias a mí.


Saludos

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